Cuando Fabiano cayó inconsciente el entumecimiento invadió a Raquel.
A su alrededor el equipo de seguridad hablaba entre ellos de cuál era la mejor forma de proceder, pero ella los escuchaba a medias.
Cynthia seguía atendiendo eficientemente a Fabiano. La mujer rubia estaba completamente concentrada en su tarea. Rompiendo su camisa habia expuesto su pecho lleno de sangre. Los dos orificios de balas arruinando la visión de su pecho desnudo. Una de ellas habia golpeado su hombro derecho. La otra había lastimado su área abdominal.
Al verlo, Raquel sintió su estómago revolverse.
Era demasiada sangre.
Por su parte, Antony, el hombre que ella habia reconocido como aquel que la ayudo de salir de su situación con Giovanni, habia terminado de atender sus heridas. La bala que habia rozado su brazo apenas habia provocado una herida profunda. Colocándole anestesia local el hombre habia suturado la herida cuidadosamente. Su tobillo que había estado recuperándose de su secuestró, comenzó a doler por correr entre las piedras y plantas con sus incomodas sandalias, pero ella no se habia molestado en avisarles.
Ella estaba bien.
Fabiano no.
-Su orden fue clara Cynthia. – Discutió Adam mientras manejaba el bote. – Nuestro equipo ya está preparando el avión y un doctor de apoyo subirá contigo, te recibirá con suministros médicos para atenderlo hasta que lleguemos a Italia.
-Si volamos hasta Italia morirá. – Gruñó la rubia en un inglés con acento escocés mientras presionaba sus manos contra las heridas para detener el sangrado.
– Míralo – Dijo señalando a Fabiano que se veía extremadamente pálido.
– Claramente a perdido gran cantidad de sangre y lo sigue haciendo. No se cuan profunda es la lesión, pero estoy segura de que no puede ser bueno. Puedo sentir su pulso disminuir.
Eso hizo que Raquel se despertara de su estupor.
-¡Entonces, hay que llevarlo a un hospital!. – Dijo ella en un inglés histérico levantándose de su asiento.
Al hacerlo, se tambaleó por la velocidad del bote y las olas que chocaban contra él, Antony agarró uno de sus brazos estabilizándola.
-Eso es justo lo que estoy tratando de decirle a estos idiotas. – Concordó Cynthia.
-Bien, ¡háganlo! – Les ordenó a los dos hombres en el bote.
Adam y Antony la miraron sin saber cómo interceder.
Claramente, no queriendo ser groseros con ella, pero inciertos en si ignorar la orden de Fabiano.
-Si vamos a un hospital aquí en Mónaco no sería seguro. – Razonó Adam.
-No podemos volar hasta Bari. – Dijo Cynthia. – Morirá. – Sentenció la mujer.
Raquel se estremeció por la posibilidad y levantando su mentón se dirigió hacia Adam.
-Escucha bien, estúpido imbécil. – Le gruñó a Adam sus ojos azules brillando demandantes. – ¿Qué crees que te pasara, si dejas morir al consigliere de Thalia Tavari?, incluso si hubiera sido por su orden. Si Fabiano muere por tu incompetencia, tu morirás con él. – Ella hizo una pausa amenazante.
– Estoy segura de que Thalia se asegurara de eso, y si ella no lo hace... yo lo hare. – Gruñó. – Asi que mejor, mueve tu trasero y nos llevas a un maldito hospital, ahora. – Finalizó su voz sonando con una clara orden.
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Poder Perdido [TERMINADA ]
RomanceEl Precio de la Sangre: Libro 2 *La imagen de la portada no nos pertenece* +18 Sinopsis Fabiano Tavari siempre había tenido todo lo que quería. Siempre había tenido dinero, poder y un gusto por la matanza. Para Fabiano, el sexo se trataba de libert...