Capítulo Veinticinco

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Fabiano y Raquel se encontraban de nuevo en el avión privado de la familia Tavari, esta vez con destino a Milán.

Raquel no podía evitar la sensación de inquietud en su cuerpo. Las ultimas veces que se había subido a ese avión estaban entrelazadas con dos acontecimientos que no le gustaba revivir.

Grecia y Mónaco.

Al pensar en los dos destinos que se habían convertido en terror para ella, su mente evocó los desagradables recuerdos. Todas aquellas mujeres gritando y sollozando en las celdas, la crueldad y oscuridad que reinaba en el lugar. La sangre manchando los suelos y llenando de un olor cobrizo al sofocante aire caliente del lugar.

Luego, pensó en el bosque y la pintoresca mansión en Mónaco de Permeti. Dardan soltando una clara amenaza para Fabiano mientras clavaba en sus manos las espinas de una rosa.

Los disparos, tantos disparos.

El miedo sin igual tomando lugar en su cuerpo y congelándola en el lugar. Después, la voz de Fabiano enfocándola, trayéndola al presente, diciéndole que estaría justo detrás de ella.

También, recordó la sangre corriendo de Fabiano, como su piel se veía pálida y aun seguía dándole una sonrisa maniaca al hombre que lo apuntaba.

Se vio a su misma de nuevo disparando, matando al hombre.

Mas sangre corriendo sobre la tierra y plantas.

-Hey, dolcezza. – Llamó Fabiano observando la expresion torturada de ella mientras se acercaba y agarraba su rostro. – Respira, estas bien. Estas a salvo. – Continuo el acariciando sus mejillas.

Poco a poco Raquel volvió en sí y miró a Fabiano.

Por primera vez, sus ojos azules mostraban genuinamente su preocupación.

Raquel sabía en el fondo de su ser que Fabiano se preocupaba por ella. No habría hecho todo lo que hizo si no fuera asi, pero ella se daba cuenta que además de aquella primera vez cuando lo encontró torturando al hombre y su mirada había nadado en desesperación, Fabiano estaba paso a paso dejando ir su mascara de perfecto control, permitiéndole ver cosas que ella estaba segura no podían ser lo que creía.

-¿Qué sucedió? – Preguntó el de rodillas entre sus piernas en el asiento de cuero blanco del jet.

Raquel negó con su cabeza.

-Yo solo... - Ella se detuvo tomando una respiración mientras Fabiano volvía a su asiento. – Estaba pensando en todas las cosas que han pasado. – Dijo Raquel. – A veces me pregunto cómo mi vida pudo volverse una completa locura en tan poco tiempo. – Agregó ella su mirada torturada abandonando lentamente su rostro.

-Todo ha sido bastante malo. – Reconoció Fabiano una mirada incierta en sus ojos.

-No, no todo lo ha sido. – Respondió ella con una sonrisa.

Los ojos de Fabiano brillaron emocionados.

-No digas esas cosas o no me hago responsable de la prenda de ropa que pierdas. – Amenazó el con una sonrisa malvada.

-¿Se supone que debo estar preocupada?. – Replicó ella mientras se quitaba la chaqueta de cuero blanco que llevaba sobre su vestido beige, claramente para hacer un punto.

-¡Oh, mujer!. Tú has salido del mismo infierno. – Dijo el sonriendo mientras la agarraba de su mano instándola a acercarse.

Raquel se levantó y rápidamente terminó a ahorcajadas sobre Fabiano.

-Nunca me dijiste que hiciste para haber convencido a tu prima de esto. – Dijo Raquel mientras Fabiano besaba su cuello. Los asistentes de vuelo al verlos en situaciones comprometedoras se habían reiterado dentro de sus espacios en la cabina.

Poder Perdido [TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora