¡ADVERTENCIA 2MIN VERSÁTIL! ⚠️
Taemin Thakare, un experimentado yogi, y Choi Minho, propietario de una cadena de exclusivas tiendas para caballeros, verán sus vidas entrelazadas, después de la trágica pérdida de sus esposas.
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Taemin se encontraba prácticamente desmayado sobre el piso de madera en su salón de ejercicios. Estaba tan cansado que se quedó ahí por más de diez minutos, después de haber finalizado su última clase que impartió por ese día. Tenía sobre la cara una toalla y a un lado una botella con agua a medio beber, su respiración ahora ya era un poco más tranquila. Esa sesión siempre lo dejaba exhausto; era la disciplina de Asthanga Yoga (nivel muy alto y atlético de ejercicios). Por eso siempre la daba al final del día.
Key entró al salón y vio a su socio con cariño; se acercó despacio, quería hacerle una broma y asustarlo. -¡Ni te atrevas, Key! Ya te oí.
--Jajajajjaa. ¿Cómo es que lo haces, Tae? Siempre me escuchas. Nunca puedo sorprenderte.
-Se te olvida que soy el mejor. Tengo todos mis sentidos al cien. Sólo me falta un poco para saber lo que piensas; más bien, ¡Sí sé lo que piensas!
--¡Cálmate, Mahatma!* (Alma grande) A ver, dime, ¿Qué estoy pensando?
-En como saliste en las fotografías que te tomó Sayeko para la página web del estudio.
--¡Oh, Master! Usted siempre tan sabio.
-No te burles. Ya quisieras alcanzar el grado de armonía mental que tengo.
--¡Aja, sí! ¿Sabes qué, Mahatma? ¡Ya vámonos! Jjong me acaba de avisar que ya salió de su agencia y nos verá en el restaurante para entregarte las reservaciones del viaje de Sayeko.
-Es verdad. ¿Por qué no me los mandó aquí, como siempre? Estoy muerto y lo único que quiero es llegar a mi cama y dormir dos días seguidos.
--Porque, si te las manda aquí, ya no ibas a ir con nosotros a cenar y ya nos has dejado plantados varias veces. Necesitamos ponernos de acuerdo sobre algunos detalles de mi boda; y por si no se te ha olvidado, ustedes son padrinos.
-Key, ¿Cómo crees que se me va a olvidar si me lo recuerdas cada media hora? Además, todavía faltan tres meses.
--¡Qué chistosito, Taemin! La verdad es que quiero asegurarme de que tu mujer va a asistir. ¿O a la mera hora va a salir como siempre diciendo que tiene un trabajo muy importante? Dímelo de una vez y busco a otra persona.
-Key, ya te dije que ella me juró que no faltaría por nada del mundo a tu boda con Jjong; pero si no me lo crees; ¿Por qué no se lo preguntas tú mismo? Voy a marcarle al celular para que salgas de dudas.
--¡No! Ni se te ocurra. Sabes bien que no la soporto; sólo la tolero porque es tu mujer; además la antipatía es mutua. Me molesta su falta de interés en tus cosas, jamás tiene tiempo para ti.
-Tranquilo, Key. Ya me acostumbré a su ritmo de vida tan ocupado; antes sí me molestaba y me sentía mal por su ausencia; pero ahora hasta me gusta estar solo en la casa sin ella allí dando órdenes de cómo quiere que esté ordenada. No le gusta que haya cosas fuera de su lugar, sobre todo si ella las acomodó de alguna manera en especial.
