KAMA 🕉 SEXUAL PLEASURE. (2MIN) 🔞{EDITADA}

17.

 El doctor Yan fue arrestado de inmediato; y ante las pruebas irrefutables que se habían presentado sobre las drogas que estuvo suministrando a Minho; su abogado nada pudo hacer para sacarlo libre bajo fianza. Le esperaban muchos años en prisión, y por supuesto que su licencia médica fue revocada. De igual forma mencionó a todos los coludidos en el agravio de Choi Minho: un empleado de la Boutique* "MEN CHOI'S", el velador de la casa; quien ayudó para sustraer la motocicleta con la que se intentó atropellar a Sayeko y a Azami en el centro comercial, regresándola más tarde a su lugar, pero con la abolladura, y finalmente, la autora intelectual de dicho plan, fue nada más y nada menos que Tetsu; la chica siempre estuvo obsesionada con Minho, lo quería para ella.

-CONFESIÓN DE KIM TETSU.

-Cuando Minho se enteró que Azami y yo estábamos de acuerdo para tener un trío, él se molestó mucho y terminó conmigo. Entonces tuvimos que ponernos de acuerdo ella y yo, sólo que también se unió Sayeko. Entre las tres acordamos joderlo. Las posiciones de cada una estaban claras desde el principio. Yo quería a Minho para mí solamente, y ellas; su fortuna. Utilizamos a mi psiquiatra; el doctor Yan. No fue difícil convencerlo, ya que él, en varias ocasiones, abusó de mí sexualmente, al estar bajo sugestión hipnótica. Un día logré grabarlo porque tenía mis sospechas de lo que me estaba haciendo, y cuando tuve las pruebas en mis manos; lo amenacé para que le diera las drogas alucinógenas a Minho; pues el juez Cho ya lo había mandado a tratamiento por su problema de control de ira. Si Yan no lo hacía, lo acusaría ante la policía; y pues, aceptó de inmediato. A mí me iban a internar tarde o temprano porque padezco esquizofrenia, y mi padre ya no me quiere en su casa; por eso me urgía que lo declararan inestable mentalmente. Así los dos estaríamos en el mismo psiquiátrico, de eso se iba a encargar el doctor Yan; pero todo se salió de control un día que nos peleamos las tres. Azami me golpeó, porque me enteré que el hijo que ella dijo que perdió por culpa de Minho, no fue verdad. Ella misma fue a una clínica para abortar. La verdad es que su esposa nunca lo amó, sólo significaba buena posición; tanto social como monetaria. Siempre dijo que no deseaba tener un hijo de Minho.

Yo sentí mucho odio y rencor hacia ellas; las dos eran un par de zorras. Se jactaban de ser quienes mandaban en sus hogares, decían que sus maridos eran unos idiotas aburridos, incapaces de satisfacerlas sexualmente. Por eso un día me decidí, y le pagué al velador para que me permitiera llevarme la motocicleta. Traté de matarlas, pero no tuve suerte. Las idiotas pensaron que Minho fue quien trató de atropellarlas. Pero nunca lo acusaron, no sé porqué. Después, ellas seguían burlándose y estaban a punto de meterlo a la cárcel, acusándolo de maltrato, y en eso no habíamos quedado. POR...ESO...LAS MATÉ...SÍ, YO MATÉ A ESAS MALDITAS...SE LO MERECÍAN.

Estando en Taiwán me enteré que Minho llegó un día antes que ellas, parece ser que él quería arreglar las cosas con su esposa, pero no sentimentalmente hablando; sino que quería llegar a un acuerdo con respecto al divorcio, para rogarle que no le quitara todo su dinero. Eso lo sé porque ella me habló para decirme que cancelábamos el trato que habíamos hecho; que Minho estaba ahí y que al día siguiente hablarían. Claro está que tanto Minho, como ellas; nunca supieron que yo también me encontraba en Taiwán. Pero mis intenciones no eran nada parecido a un arreglo cordial. No. Lo que yo iba a hacer era matarlas y así lo hice. Las seguí en una motocicleta que renté y cuando pude, las saqué del camino y cayeron al vacío.

Dejé pasar varios meses para volver a ver a Minho, pero mientras tanto, seguí pagando al empleado de su Boutique* para que me informara de todo lo que hacía; y al doctor lo continué chantajeando para que no dejara de suministrarle las drogas. Pero nunca imaginé que el hombre por el que llegue hasta matar, ahora ya estaba enamorado de otro. Juro que ese estúpido iba a correr con la misma suerte del par de arpías. Ya lo tenía todo planeado, pero entonces Minho habló con mi padre; el ministro Kim; y él me mandó encerrar en mi habitación, poniendo vigilancia las 24/7. Nunca pude volver a salir, hasta ahora que ustedes me trajeron acá.