¡ADVERTENCIA 2MIN VERSÁTIL! ⚠️
Taemin Thakare, un experimentado yogi, y Choi Minho, propietario de una cadena de exclusivas tiendas para caballeros, verán sus vidas entrelazadas, después de la trágica pérdida de sus esposas.
ADVERTENCIA:⚠️No permit...
--Tetsu, te hubieras ahorrado la visita hasta Corea; con un mensaje en mi correo era suficiente.
La chica se acercó hasta Minho, valiéndole nada que él no estuviera contento de verla, y se abalanzó rodeando con sus delgados brazos el cuello de él. -Minho, no seas tan huraño. Sabes bien que lo nuestro no podía terminar así como así; por eso cuando una amiga me informó del lamentable suceso decidí que era hora de regresar y formalizar nuestra relación.
Minho, molestó, la tomó por las muñecas y se la quitó de encima; esa mujer siempre lo ponía de malas. --Estás loca. Jamás volveremos a estar juntos en una relación. Ya deja de formarte ideas en ese nido de pájaros que tienes por cerebro. ¿Hasta cuándo vas a entender que tú y yo nunca terminaremos juntos?
-Minho, no seas así conmigo. En el fondo sabes que me amas y que fue bueno que Azami muriera. Ella jamás te iba a dar el divorcio. Así por fin podremos amarnos sin tener que escondernos. Además, he estado pensando que podríamos vender esta casa; nunca me ha gustado. Yo quiero que me compres una más grande y bonita. No quiero vivir en donde ella habitó.
--Jajajajaja, de verdad que ya te volviste más loca de lo que estabas. En primera; no me explico cómo puedes estar feliz de que tu amiga se haya muerto. ¿No se suponía que era casi tu hermana? Y en segunda; ya deja de hablar como si de verdad tú y yo tuviésemos algo.
Cuando Taemin llegó a la mansión de Minho, una de las empleadas le abrió y se le quedó viendo con algo de sonrojo. --¡Señor Taemin, buenas tardes!
-Namasté, Ross. ¿El señor Minho está despierto?
--Mmm sí. Es sólo que tiene una visita y están hablando en su oficina. Enseguida le aviso que está usted aquí.
-¡Ah! No te preocupes. Yo esperaré por ahí en lo que se desocupa. Puedes ir a hacer tus deberes. -La chica asintió con una leve reverencia y se fue.
Taemin se puso a curiosear sólo para hacer tiempo mientras Minho salía de su oficina. Comenzó a caminar hasta donde se encontraba el área de la alberca, y siguió caminando hasta el fondo del jardín; en donde había un pequeño salón con vidriera al frente. Se asomó y descubrió una fabulosa colección de motocicletas.
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-¡Wow, están hermosas! --Exclamó Taemin asombrado. A él siempre le habían gustado las motocicletas, pero sus padres adoptivos nunca quisieron que anduviera en una, se les hacía demasiado peligroso. Y luego, con Sayeko fue lo mismo. Incluso él tenía una cuando vivía en la India y la tuvo que vender cuando regresó a Corea.
Decidió entrar para verlas más de cerca, sólo quería tocarlas un poco. -Espero que Minho no se moleste. -Acarició la primera y sintió el frío metal; esa acción hizo que sintiera una gran emoción y se acordara de cuando montaba una por las calles de la India. Siguió observando las demás y notó que una de ellas, la de color blanco, tenía un pequeño golpe justo en el guardabarros delantero. -¡Ohhh, qué lástima! Estás tan bonita y ya tienes un golpe. -De pronto, Taemin volteó cuando una voz femenina, pero molesta, le gritó sacándolo de su ensoñación.
