𝐅𝐚𝐢𝐥𝐞𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞 © #1 [✔]

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Lagrimas seguían cayendo por mis mejillas, me dolía absolutamente todo el cuerpo. Adolorida me senté en la cama para poder tomar mi ropa interior, tomarla en mis manos y pararme de la cama para poder caminar hacía el baño.

Aidan se encontraba dormido y yo trataba de hacer el menos ruido posible para que no se levantara y comenzáramos a discutir. Al entrara al baño cerré la puerta y me mire al espejo.

Mi cabello estaba completamente desordenado, mis ojos rojos y aun con lagrimas, mis ojeras más notables, mi nariz soltando mocos, mis labios hinchados y con ligeras marcas de los dientes de Aidan.

Mire mi cuello y mandíbula, habían mordidas notorias y ligeros chupetones, mis senos tenían las mismas marcas al igual que mis hombros. Mi vagina me dolía demasiado, Aidan había sido demasiado brusco con sus movimientos, mis piernas temblaban y necesitaba sostenerme de algo para no caer ya que me sentía demasiado débil.

Al llegar al departamento de Aidan el me saco del auto y a base de jalones me llevo hasta el departamento, al entrar me llevo directamente a la habitación, tarándome bruscamente en la cama para luego lanzarse encima de mi y comenzar a besarme con desesperación.

No quería tener sexo en ese momento, me sentía algo incómoda y le pedí varias veces que parara pero a él no le importo, me tomo fuertemente del rostro, me dijo que si no le daba placer me dejaría y se iría con alguien mucho más linda que yo.

Yo no quería que él se alejara de mi así que acepte, él siguió besándome con desesperación mientras que quitaba mi ropa, no quería hacerlo pero si era para que no se fuera, lo haría. No paraba de darme azotes fuertemente, gritándome vulgaridades por irme con Matt.

Su enojo fue tanto que en vez de darme placer me daba mucho dolor. Tan solo recordar eso de nuevo me hace querer llorar a más no poder, sentía que me hubiesen violado pero no, yo le di el jodido permiso para tener sexo.

Deje mi ropa interior tirada en el suelo para luego abrir la puerta de cristal que hay para poder entrara a la bañera. Al entrar cerré la puerta una vez más con mucho cuidado y luego abrí la regadera, dejando que las gotas de agua comenzaran a caer por mi cuerpo.

Estaba llorando, las gotas de agua hacía que no lo pareciera pero realmente me sentía mal, seguía si entender porque Aidan había reaccionado de aquella manera ante una insignificante escena aunque tiene razón, él me lo advirtió y yo como una estúpida lo desobedecí.

Tal vez si me lo merecía

Estaba concentrada en pensar hasta que doy un pequeño brinco al sentir unas manos por mi cintura y unos besos sobre mis hombros.

—¿Te duele mucho? —Pregunta con dulzura mientras que sigue dejando suaves besos sobre las marcas que el mismo hizo.

—Un poco —Murmure.

—Lo siento, cariño, sabes que lo siento pero te lo mereces —Mis ojos se cristalizan —Te lo mereces por desobedecerme, tienes que tratarme con respeto y si no te castigaba me tratarías mal y yo no quiero eso —Me abraza y una lagrimas comienzan a caer.

—No tenías que ser tan brusco —Murmuro débil.

—Ya te pedí perdón T/n, tampoco es para que lo exageres de más —Habla con cierto fastidio —Maldición, esta bien, estaba bien pero tenías que arruinarlo —Se aleja de mi —¿Sabes que? Vete con tu estúpido padre y no quiero que vuelvas a venir, no hasta que se termine tu jodida semana de "Padre e Hija" —Dice molesto para luego salir de la bañera.

Recargo mi frente en la pared y comienzo a llorar en silencio, tratando de que él no me escuche pero al final dejo de llorar.

Vamos T/n, no seas una exagerada, Aidan tiene razón, no fue para tanto

Me repetía mil veces eso y aunque fuera mentira, funciono, deje de llorar y pensé en esos grandiosos momentos cuando estaba con Aidan. Sonreí y feliz comencé a terminarme de bañar, el día todavía no acababa.

Necesitaba ver a mi padre

[...]

Después de arreglarme tome mis cosas para irme, Aidan estaba en la sala, sentado en el sofá mientras que veía algo de la televisión y tomaba de una botella de alcohol.

—Me voy —Dije pero él no me respondió —Te quiero —Sonreí.

—Cierra la puerta cuando salgas —Me pide sin siquiera mirarme.

Agacho un poco la cabeza y como una completa idiota salgo de la casa de Aidan, cerrando la puerta como él me lo había pedido. Al salir del lugar me dirijo hacia mi casa con algo de dificultad ya que mis piernas siguen doliendo un poco.

Al llegar llamo mi padre pero no contesta, confundida camino hacía la cocina mientras que lo vuelvo a llamar pero al no verlo salgo y me dirijo hacía las escaleras mientras que lo vuelvo a llamar. Subí las escaleras y lo llame una vez más pero no obtuve alguna respuesta.

Camine hacía mi habitación, necesitaba conseguir ropa nueva para que las marcas en mi cuerpo no se vieran para nada cuando este con mi padre. Encontré una camiseta de cuello, odiaba este tipo de camisetas porque me sentía realmente asfixiada pero me ayudaría a que no se aprecien las marcas por mi cuerpo.

Al terminar de vestirme, justamente se escucho la voz de mi padre comenzara subir las escaleras, yo sonriente salí de mi habitación y me lo encontré.

—¡Cielo! —Me abrazo y yo forme una mueca de dolor ya que me había lastimado un poco, mi cuerpo se encontraba sensible por culpa de las marcas en mi piel —¿¡Qué crees!? —Me mira emocionado.

Sonrió, tratando de ocultar mi dolor —¿Qué? —Le sigo un poco él juego.

—Iremos a una feria —Dice con emociona.

—¿Enserió? ¿Una feria? —Digo incrédula.

—¿Qué? ¿Alguna vez haz visto una rueda de la fortuna en la noche? —Niego confundida —Pues mi querida hija, hoy veras una cosa realmente hermosa —Sonrió y él también sonríe con mucha emoción.

—Pues vamos —Digo feliz.

—Espera, iré por unas cosas y vuelvo enseguida —Se va corriendo a su habitación.

Supongo que será divertido.

Pues disfrútalo, tal vez sea de las ultimas veces que logres divertirte.