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Habían pasado ya varías semanas desde la muerte de la Sra. Lauren, Aidan, Aidan es un chico lindo conmigo, desde que tuvimos esa platica yo estoy con él a pesar de todo lo que ocurra entre nosotros. Todo va bien entre nosotros.

Claro, de maravilla

Me mire al espejo y pude ver que aun de mi nariz salía algo de sangre, mi labio algo partido y mi ojo morado por los golpes que Aidan me había dado. Sus ataques de irán se apoderan de él, hay veces en las cual logro calmarlo pero hay otras donde definitivamente la ira lo invade y sin querer me golpea.

Coloque un poco de papel en mi nariz para que la sangre ya no se escurriera por mi rostro, con algo de dificultad y con la mano en mi estomago salí del baño que hay en casa. Tome mis cosas para el colegio y salí de la habitación para así salir del departamento y comenzar a caminar hacía el colegio.

Aidan se había ido antes, me había dicho lo mismo de siempre. "No quiero que me vean con alguien como tu, tan solo mírate, estas horrible."

Duele pero que podemos hacer, no quiero dejarlo solo, apenas hace un mes más o menos fue la muerte de su madre, no puedo dejarlo ahora, eso lo destrozaría por completo. Después de un rato llegue al colegio, me coloque mi capucha para que los golpes en mi rostro no alarmaran a las personas a mi alrededor.

Me acerque a mi casillero y comencé a hacer lo que hacía la mayoría de mis días, al terminar comencé a caminar por los pasillo, sintiéndome completamente sola con todos a mi alrededor, sintiéndome incómoda por que personas invadían mi espacio personal, me sentía rara por alguna razón.

Al entrar al salón alce mi mirada, encontrándome con ellos, con esos mellizos que alguna vez fueron mis mejores amigos, ella hablaban pero tan solo verme se quedaron completamente callados, algo incómoda me dirijo hacía mi asiento con la mirada en el suelo. Me senté en mi lugar y mire de reojo hacía atrás observando que ellos se miraban entre si pero luego Matt me miro y yo inmediatamente aparte mi mirada.

Desearía decirles que los extraño

[...]

El colegio había terminado gracias a Dios, tome mis cosas de mi ultima clase y me dirigí hacía mi casillero para comenzar a meter y sacar cosas de el lo más rápido posible. En todo el día no había visto a Aidan y eso me preocupaba, faltaba de vez en cuando al colegio pero él se fue de casa para ir al colegio.

Oh eso creía

Al terminar salí lo más rápido del colegio, esperando que al llegar a casa pueda encontrarme con él. El camino fue silencioso, como la mayoría de las veces que me venía sola al colegio. Después de un rato llegue a casa, salude al portero y luego subí las escaleras para poder ir hacía nuestro departamento.

Abrí la puerta y se escucho un silencio, me puse triste al no notar le presencia de Aidan aunque tal vez estaba dormido así que con muchas esperanzas camine hacía la habitación la cual al estar cerca a la puerta se escucharon leves sonidos raros. Confundida abrí la puerta con mucho cuidado, encontrándome con la peor escena.

Aidan se encontraba arriba de una chica, la besaba mientras que la sostenía del trasero.

—¡Eres un maldito imbécil! —Le grite molesta para luego darme la vuelta.

—¡T/n, espera! —Oí que grito pero sin importarme sus gritos pidiéndome que no me fuera salí del departamento.

Comencé a correr lo más rápido posible, llorando sin saber a donde ir, seguía corriendo y corriendo, el aire comenzaba a faltarme, correr mientras que lloras no es la mejor idea y más si no comes lo suficiente así que después de un rato corriendo me canse y comencé a marearme.

—¿T/n? —Escuche detrás de mi.

—¿Matthew? —Dije confundida al verlo.

Pero sin saber si era verdaderamente él, caí al suelo, completamente inconsciente.

¿Por qué? ¿Por qué tenía que traicionarme así?

𝐅𝐚𝐢𝐥𝐞𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞 © #1 [✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora