loki ‧₊˚⊹ one shots

023

—Momento.

Te detuviste en seco, llamando la atención de los dos hombres presentes.

—¿Loki debía perder? —preguntaste a un tal Mobius, quién ante tu cuestión solo se limitó a asentir con la cabeza.

El panorama era el siguiente, Loki y tú habían sido capturados por una agencia denominada TVA, bajo el supuesto delito de haber atentado contra la sagrada línea del tiempo; lo que en efecto parecía una mala broma, pero lamentablemente no lo era.

—¿Entonces por qué no nos fueron a buscar cuando notaron que él y yo estábamos coludidos contra los Vengadores? —volviste a interrogar al canoso. 

Loki, por su parte, se mantenía al margen del tema. Estaba irritado.

—Esa es... una muy buena pregunta. —razonó el agente buscando entre unos papeles la respuesta, haciendo que por curiosidad tú te acercaras más a él, tratando de husmear los papeles. Acción había fastidiado un poco más al pelinegro.

—Aquí está. —comunicó victorioso Mobius tomando el papel, y fue entonces que decidiste retroceder unos pasos esperando con atención su respuesta. No obstante, al notar como la facción del hombre mayor se teñía de sorna, te sentiste confusa— Ja, qué ternura, no esperaba que ese fuera su evento nexus.

—¿De qué hablas? —movías tu pie impaciente, llamando la atención de Loki a tu costado.

—Su evento nexus, la razón por la que los buscaron, fue el beso. —explicó enseñándoles la hoja.

Incrédula, agarraste el papel, mirando brevemente al príncipe que se acomodaba tras de ti para mirar contigo el archivo, olvidando por un momento su malestar.

—Esto es absurdo. —comentaste bajando el papel— ¿De todas las cosas que pasaron? ¿Tuvo que ser eso?

Mobius se encogió de hombros. Él no había sido el encargado de su caso por lo que, en cierto punto, se liberaba de la culpa.

—Él... —apuntaste a Loki aun atónita— literalmente era... es candidato a presidente de Estados Unidos, ¿Y nunca les llamó la atención?

—Suficiente. —exclamó el aludido ya bastante hartado— ¿Puedes dejar de cuestionar todo? Me aburres.

—Disculpa, pero al contrario de ti, a mí si me interesa saber dónde y por qué estoy aquí. —aclaraste ofendida.

—¡Es que eso no importa! Viniste conmigo, y lo único que has hecho es prestarle atención a... ¡A este tipo! —alterado, señaló al agente frente a ustedes.

—No puede ser, estás... —dudaste en continuar— ¿Estás celoso?

—¿Qué? —el príncipe quedó completamente extrañado; quizás sí estaba celoso, pero admitirlo no estaba dentro de sus planes. Su orgullo era más grande.

—Pienso que sí lo está. —comentó Mobius, sacando de las casillas al príncipe. Era una conversación entre ustedes, él no tenía nada que ver.

—No estoy celoso y, de todas formas, esto ni siquiera es de tu incumbencia, —se defendió volviendo su mirada a ti un poco más sereno— lo que quise decir [t/n], es que él no es un tipo en el que se pueda confiar, no sabemos quién es, fácilmente puede estar mintiéndonos.

—Aw, cree que soy un Loki. —añadió con falsa ternura el canoso.

—Basta. —ordenó molesto el pelinegro— Si toda esta farsa fuera verdadera, ¿Entonces por qué seguimos aquí?

—Ah, ¿Te quieres ir? Okay, te haré el favor.

(...)

De pronto ambos despertaron en el suelo de un prado descuidado, el cielo estaba nublado, su ambiente era lúgubre y parecía no haber nadie.