"Buffet" Fictober,2021 [[Higuel]]

"En algun otro mundo"

"En otro tiempo fuimos jaguares, y la selva era testigo de nuestro amor salvaje. 

Alguna vez fuimos axolotes, y visitábamos cada chinampa de Xochimilco.

Un día fuimos humanos, y cuando los invasores llegaron volvimos al cerro a refugiarnos, ahí pasamos juntos nuestro últimos días y partimos al Mictlan de la mano, como desde hace mil vidas.

Hoy somos colibríes anidando en una tuna, siempre juntos, siempre nuestros, siempre libres, indomables, poderosos, eternos..."

Texto: @hijadelabordada

*

-¿A donde hubiésemos ido? -Murmuró, el desconcierto, la pena y el dolor de la desesperación acentuando cada palabra que retumbaba como un eco interminable y lúgubre sobre el techo de la enorme catedral hasta aturdir sus oídos entre tantos retratos de ángeles y mujeres lamentándose encima de su cabeza, bajo sus pies y en cada rincón.

Justo como el se lamentaba ahora.

-¿En algún otro mundo, tal vez? -Respondió, no existía el eco en sus palabras, a diferencia suya, el miedo no le abrumada, una suave y cálida risa entre sus labios con aquella triste frase de estupida esperanza que ya no podía permitirse sentir nunca mas.

Porque la fe es estupida en si misma, siempre lo ha sabido, pero aquella sonrisa taladra en su pecho y lo sabe, no puede ser el responsable de borrar su risa, aunque ya solo habite entre los muros de alguna habitación perdida de su palacio mental, un triste letrero que anuncia:

"Risa de catedral y ánimos tristes."

Recordara por siempre, aquellos ojos le perseguirán mil vidas.

Levanta la cabeza, su cabello iluminándose con el brillo anaranjado y oscuro de las velas encendidas en el altar que le da la espalda, sus manos ásperas y cansadas sienten el frío de la cerámica y el mármol del suelo que se ha pulido tan minuciosamente que resplandece, pero no ve su reflejo, solo esta sentado en los escalones, ignorando la imagen religiosa que permanece detrás suyo protegida por una pulcra verja de madera tallada.

No hay nadie mas ahí, así que puede permitirse esto, puede sonreír a penas y devolver el gesto a la luz de sus ojos, una mueca triste, una mueca a penas feliz.

-En algún otro mundo. -Asintió con gracia enternecida, complicidad, y anhelo. 

Podría ser en algún otro mundo, en alguna otra realidad.

En otras vidas, pero ya no mas aquí.

-Es el único lugar para nosotros ahora. -Le sonríe de nuevo y en sus gestos hay resignación dulce, aquella clase de comodidad que te brinda aceptar la realidad y abrazar el destino con humanidad, como si una luz le envolviese, como un halo divino que espera por el.

Pero la verdad nunca le hizo libre.

-Tengo un lugar hecho para ti, aquí, en este mundo.  -Se engaña a si mismo, su sonrisa se borra y es doloroso de ver, de sentir, la verdad es amarga como la belladona y quema como el alcohol sin destilar, arde como aguarrás. Sus ojos se cristalizan con todas las lagrimas que sabe no puede derramar, y suspira, sus pulmones gritan en silencio y el nudo en su garganta le traiciona. -F-fue...fue el único lugar que pude hacer para ti. -Susurra.