El bibliotecario

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Me quedé congelada en el sitio. ¿No se suponía que únicamente los candidatos podían estar conscientes en la caza?

-¿No me escuchas? - dijo irritado - ¿Quién eres tu?

-Tu peor pesadilla – dijimos Loki y yo al mismo tiempo.

El chico se sorprendió al ver aparecer a Loki y me miró fijamente.

-¿Eres una candidata?

Me sorprendí y miré a Loki.

-¿Que? - dijo- cariño, hay mas de un candidato. Pero tranquila. Tu tienes mi uso exclusivo.

Rodé los ojos y mire fijamente al chico que tenía enfrente. Si el también era un candidato mis opciones de poder recuperar a mi hermano bajaban drásticamente. Tenía un rival.

-No te diré mi nombre – le dije seriamente.

- Se llama Abby – dijo Loki y le pegué un tortazo en la cabeza.

-Lárgate de aquí, los Orbek serán míos- dijo y le enseñe el dedo de en medio mientras decidí que sería mejor seguir buscando al Orbek.

Pasé alrededor de una hora buscando el Orbek. Ni Loki ni Agua querían ayudarme así que me encontraba sola vagando por todo el museo con el chico misterioso siguiéndome. Por mucho que le dijera que se perdiera seguía tras mis pasos. Decía que no iba a dejar que me llevara el Orbek.

Harta de vagar por el museo decidí salir fuera para tomar un poco de aire y pensar y me senté en la misma banca. El chico misterioso se quedó mirándome.

Miré a mi alrededor y todo estaba igual. Mis compañeros de clase estaban en un rincón hablando. Lindy estaba cogida a su novia cual garrapata. Los visitantes comían y hacian fotos. El señor con el libro no estaba...

Espera. El señor con el libro no estaba.

Me levanté de un salto y empecé a buscar a mi alrededor.

-¿Que pasa? - preguntó el chico.

-Ha encontrado la forma del Orbek- dijo de repente una voz que no reconocí. Me giré y vi a una chica con el pelo blanco muy largo. Iba vestida con un vestido corto verde muy clarito- Alex deberías ponerte las pilas.

Alex. Así que así se llamaba el chico misterioso.

-¿Quien es ella? - pregunté mirando a la chica y esta me miró fijamente.

-Es Viento – dijo Agua.

-Llámame Aeris- dijo solamente.

"Un Orbek menos" pensé automáticamente. Ignore mis pensamientos y me dirigí al mapa que había en la entrada del museo.

-Necesito encontrar un lugar donde haya libros- dije mirando a Loki.

- SI CHILLA MAS PARA QUE SE ENTEREN Y NOS SIGAN Y TE ROBEN EL ORBEK- dijo irónicamente.

-Lo harían igual estúpido – dijo Agua mirándolo mal.

-Eso es verdad- dijo Alex.

-Porque aquí las inteligentes solo somos ella y yo- siguió Agua.

-Eso también es verdad – dijo Aeris.

Rodé los ojos y me encamine a la tienda de regalos. Tendría que haber un libro seguro. Esquivé a la gente congelada y me paré enfrente de la puerta. Abrí la puerta y pude observar la tienda: muchas estanterías altas con un montón de objetos de regalo. Varios llaveros colgaban del mostrador y replicas de los cuadros en la pared. Había un mueble lleno de postales en una esquina de la sala y en un sillón al fondo se encontraba aquel hombre.

Al oírnos llegar levantó la mirada de su libro nos miró fijamente.

Alex y yo nos acercamos a él y nos quedamos frente a frente.

- No os presentéis se quiénes sois- dijo solamente.

Alex y yo nos sorprendimos y el señor siguió con su lectura. Teníamos que adivinar que Orbek era pero no nos daba muchas pistas.

Empecé a pensar. Este Orbek estaba leyendo un libro. En todo el rato que lo he visto estaba leyendo. Quizás es eso.

-Eres la Lectura – preguntó Alex antes de que yo pudiera decir nada.

-¿Lectura? - preguntó el señor - ¿Crees que hay un Orbek de eso? Mucho músculo poca materia gris- dijo continuando con su libro.

"De la que me he librado" pensé.

-Usar vuestra mente – dijo solamente.

Empecé a pensar nuevamente. No era nada relacionado con la lectura. Entonces tenia que pensar en cosas relacionadas con un libro y un museo.

-¿Eres Historia? - pregunté.

El señor se rio y me miró.

-No -dijo – pero me gusta tu forma de pensar. Consideras que la lectura y las obras de arte nos proporcionan historia. Cosas que deben ser recordadas. Sin embargo, no soy Historia. Piensa. Usa tu mente.

-Sabiduría – dijo de repente Alex y el señor desapareció. Una piedra gris apareció en su mano y automáticamente el señor volvió a aparecer.

-¿Como lo has sabido? - le pregunté.

-No soltaba los libros – dijo – los libros que hay en la tienda de regalos nos dan descripciones de las obras del museo. Y dentro del museo hay personas que nos guían y nos muestran estas mismas. Por lo tanto hay una sabiduría en este lugar. Nos muestran lo que saben y eso es lo que han echo los grandes maestros durante toda la historia.

- Guapo y listo- dijo Agua- cariño, si no lo quieres para ti déjamelo a mi – me dijo mirándome.

Alex sonrió y salió de la sala. Antes de que yo pudiera salir también Sabiduría me cogió del brazo y me miró.

-Tener todos los Orbek no significa que llegues a ser un gran sabio. Tienes que demostrar que eres digno de ellos. Incluso aunque no los tengas todos puedes convertirte en una gran sabia. No te sientas mal ni te desprecies si no consigues lo que te propones porque lo que aprendes durante el viaje es mas importante – dijo mientras se iba – y entre tu y yo, antes de volver a la realidad, me hubiera gustado que fueras mi dueña.

Sonreí y este me miró fijamente.

-Gracias – le dije.

-Llámame El Bibliotecario – dijo y Loki rodó los ojos – me hace parecer interesante.

La Caza de GreekdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora