¿Dónde estoy?

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Estábamos Max y yo sentados en una banca del centro comercial esperando a Liv y a Alex. Habíamos quedado los cuatro porque ellos insistían en ir a comprar los regalos de Navidad a última hora. Max y yo odiábamos ir de compras así que nos compramos un helado y nos lo comimos fuera de la tienda de ropa.

-Me aburro – dijimos al mismo tiempo.

Tres segundos después salió Liv con cuatro bolsas.

-Ya estoy – dijo llegando hasta nosotros.

-Gracias señor – dijo Max - ¿Ya podemos irnos?

-No – dije – hay que hacerse una foto – dije y los empuje todos juntos. Quería tener una foto de recuerdo de este día horripilante y productor de dolor de pies.

-Estoy cansado – dijo Max – llevamos aquí desde las tres de la tarde y son casi las ocho.

-Decir patataaaa – dijo Loki con mi móvil en la mano.

Los cuatro sonreímos y Loki hizo la foto. Mientras caminábamos a la salida miré la foto: en una esquina estaba Liv; a su lado estaba Alex que tenía un brazo en mi hombro; luego estaba yo con mi increíble belleza y un brazo alrededor de la cintura de Alex y en la otra punta estaba Max con una mano en mi cabeza guiñando el ojo y presumiendo de que era el mas alto de todos.

Pasamos por el lado de la tienda de animales y pegué mi nariz en el cristal. Habían un montón de cachorros y de gatitos pequeñitos.

-¿Te gustan los perros? - me preguntó Liv.

-Me encantan – dije.

-¿Sabéis lo que me encanta a mi? - preguntó Max – irme a mi casa a dormir.

Rodamos los ojos y nos dispusimos a ir hasta la salida del centro comercial. Las personas corrían de un lado a otro haciendo las compras de última hora de Navidad. Madres con bolsas llenas de juguetes, madres con bolsas llenas de ropa, hombres con bolsas de zapatos...

Salimos del centro comercial y nos fuimos hasta la parada del autobus. Una vez llegamos Liv dejo en el suelo sus bolsas de la compra.

-¿Tu no tienes? - le pregunté a Alex.

-No – dijo – no he encontrado lo que mi hermano quería así que mañana iré a buscarlo a otro lado.

Suspiré y mire al cielo. Era de noche y hacía mucho frío. Los pajaron bajaban hasta el suelo picoteando el resto de comida que había en la parada a causa de lo cerdas que eran algunas persona y luego echaban a volar.

Cerré los ojos. Me gustaría volar a mi también. Notar como floto en el aire. Notarme ligera. Sentir que dejo de tener contacto con el suelo.

Abrí los ojos y casi me cague encima.

Estaba flotando.

Empecé a moverme frenéticamente y a llamar a Loki pero no obtenía ningún resultado. De repente empecé a caer. Comencé a gritar hasta que toque el suelo. Fue un golpe seco pero no me había roto ningún hueso. Algo había amortiguado la caída.

Era un hombre.

Me levanté corriendo pidiendo disculpas. Le tendí la mano al señor pero este me ignoró.

-AYUDA – gritó.

-Lo siento señor he caido encima de usted – le dije pero me ignoraba.

-AYUDA – gritó aun fuerte provocando que un montón de personas se acercarán a él. Me tiré hacia atrás jsto para ver como una persona me traspasaba como si fuera un fantasma. Me caí al suelo del susto. ¿Que demonios estaba pasando?

"¿QUÉ LE HA PASADO" grito una voz en el cielo. No pude distinguir la voz.

"Max detén el tiempo" dijo otra voz que tampoco pude distinguir.

-MAX – grité.

Ninguna respuesta.

"Max detén el tiempo. Puede que no despierte en mucho tiempo" dijo la misma voz de antes.

Mire a mi alrededor. Estaba en una calle estrecha. Casas altas de madera estaban a mi alrededor. Empecé a correr por las calles intentando encontrar algún tipo de señal de donde estaba.

"NO ENTIENDES QUE NO LA QUIERO PERDER" gritó una voz.

"¿ACASO ESTAS ENAMORADO DE ELLA PALURDO?" Gritó otra voz.

No entendía nada. Corría y corría pero todas las calles eran iguales. Entonces ví como una de las calles daba a una especie de plaza donde habían varios niños jugando. Cuando llegué me quedé helada.

En esa plaza había una estatua.

La estatua de Dale que me enseño David.

Estaba en Greekdale.

La Caza de GreekdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora