La Caza de Greekdale

Velocidad

"Bienvenidos a Aventura Park" ponía en el rótulo gigante que tenía enfrente mío.

Estábamos en el parque de atracciones de Aventura Park. Situado a 150 kilómetros de Ackerville.

Motivo: Henry quería ir.

-Vamos a ello - dijo Henry - podéis separaros si queréis pero a la una y media nos reunimos en El Asador para comer.

Todos asentimos con la cabeza y entramos en el parque. Este parque era considerado el más grande de todo el estado. Habían muchas montañas rusas y varias atracciones diferentes.

-Vamos al Aplastador - dijo Max.

-Aplastar fue lo que hizo Ana con tus huevos - dijo Alex.

-¿Qué paso? - le pregunté a Ana.

-Pues verás - dijo - me regaló unos chocolates para San Valentín. Muy mono. Pero va el capullo y me regala también unas plantillas para crecer 5 centímetros. Así que tuve que aplastarle los huevos.

-Solo me dió una patada - dijo Max.

-Te tuve que llevar a Urgencias - replicó Alex.

Los chicos rodaron los ojos y decidimos separarnos. Me fui con las chicas y los chicos se fueron a su aire. Pasamos primero por una montaña rusa que no era muy atrevida. Después fuimos a una especie de tazas rodantes donde casi vómito. Nos pasamos la mañana yendo de una atracción a otra.

-Liv - dijo Ana mientras caminabamos por el parque - ¿Te gusta alguien?

-Zac Efron - dijo - pero es inalcanzable. ¿Tú Ana?

-Timothée - dijo.

-Y Max - solté.

-No me gusta ese gilipollas - se defendió.

-Pero bien que le diste un beso en la mejilla por los chocolates - dijo Liv y me quedé con la boca abierta.

-COMOOOO - grité - uy uy señorita cuentamelo todo.

Ana me enseñó el dedo del medio y seguimos pasando la mañana en el parque. Llevo la una y media y nos reunimos con Henry en El Asador. Llegamos y los chicos estaban esperándonos.

-Por fin - dijo Max - sois muy lentas.

-Prefiero ser lenta a ser rápida - dijo Ana - tu me entiendes - dijo guiñándole un ojo.

Me reprimí una risa y entramos todos. El restaurante era enorme. Había un pasillo enorme que llevaba a un comedor con un montón de mesas y sillas. El olor a carne asada recorría el lugar inundando las fosas nasales. Nos sentamos y pedimos nuestra comida. Media hora después apareció delante de mí un trozo enorme de cordero asado con una ración de patatas fritas.

Tras una larga comida llena de risas y diversas conversaciones salimos a fuera.

-Sabéis lo que toca ahora - dijo Max - LA GUADAÑA DE LA MUERTE -gritó.

-Max te ha sentado mal la comida - dijo Levi - ni de coña nos vamos a subir a la peor montaña rusa recién comidos.

-Motivos - exigió Max.

-Porque echaremos la pota - dijo Alex.

-Cagones - dijo Max - si os subís dejo de dar el coñazo hasta fin de curso.

-Pues es hora de esa montaña rusa - dijo Ana levantándose - oh venga - dijo mirandonos - vosotros también queréis que se comporte.

Bufamos y seguimos a Max hasta la Guadaña de la MUERTE. Y si. Muerte en mayúscula. Era consideraba la montaña más alta en todo el país y te hacía girar muchas muchas muchas...veces. Por no hablar de una caída libre casi recta.