Bosque

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-¿Qué hacemos ahora? - preguntó Alex.

-Vayamos juntos – dijo Liv.

Empezamos a caminar todos juntos por el bosque. Nunca me había imaginado que un bosque podía ser tan silencioso. Solo oíamos nuestras pisadas. El crujir de las ramas bajo nuestros zapatos. Los árboles eran intimidantes. Metros y metros de alto. Una pequeña brisa se colaba entre las hojas y nos acariciaba la cara. De repente un gritó salió de la nada.

Todos gritamos y nos pusimos en alerta.

Loki empezó a reírse.

-Siempre os asustáis – dijo riéndose – auch – dijo de repente – Luca deja de pegarme. Agua tu también.

-Es idiota – dijo Levi.

-Pues como tú – dijo Ruby.

Seguimos caminando por el bosque. Solo veíamos árboles y árboles. No había ningún elemento que nos permitiera identificar donde estaba el Orbek.

-Es bosque – dijo Liv – es obvio.

De repente unas raíces me cogieron de los tobillos. Intenté arrancarlas pero estas solo hacían más y más presión. Empecé a quejarme del dolor y seguí intentándolo. Ana sacó a Navajas e intentó ayudarme pero no lo lograba. Las raíces eran muy duras. De repente las raíces hicieron tanta fuerza que me caí al suelo de espaldas. Y estas me arrastraron por el bosque.

Mi espalda dolía. Notaba la fricción del suelo y de las raíces y estaba segura que estaba sangrando. Mis tobillos ya lo estaban haciendo y no podía moverme. Solo podía mover los brazos para intentar quitarme las hojas y las ramas que caían en mi cabeza. Un dolor muy intenso recorría mi cuerpo.

-LOKI – grité – ayúdame.

- No puedo – dijo – vas muy rápido y no tengo fuerza suficiente para sacarte de ahí.

Empecé a gritar del dolor. Notaba la sangre mojar mi camiseta. Mis piernas empezaban a tener cortes y sangrar. Mis brazos estaban completamente ensangrentados. De repente vi como la tierra empezó a ser mas llana y suspiré de alivio. Sin embargo el alivio no me duró.

-Abby – dijo Loki – ríndete. Si lo haces volverás a la realidad.

-Pero perderé el Orbek – dije.

-Eres humana y te estas dirigiendo a un rosal – dijo Luca – no aguantarás.

De repente noté un cambio en la tierra y un corte muy doloroso en mi brazo. Había una rosa arrancada en el suelo.

-MUÉRETE HUMANA – gritó una voz y vi a una especie de ninfa completamente verde. Su cuerpo completamente verde tenía hojas tapándole las partes intimas.

-ABBY RÍNDETE YA – dijeron mis tres Orbek.

-Me rindo – dije en voz alta y de repente paré en seco. Estaba en las puertas del instituto. Era de noche.

-¿Por que es de noche? - pregunté.

-Ha sido obra de Tiempo – dijo Loki – cuando ha sabido que ibas a rendirte ha adelantado el tiempo para que no tengas que dar explicaciones sobre porque has aparecido de repente llena de sangre.

Y eso era verdad. Absolutamente todo mi cuerpo estaba lleno de cortes y de sangre. Intenté levantarme poco a poco pero el dolor era demasiado grande. Me caí de espaldas y grité del dolor. Entonces unos brazos me ayudaron a levantarme. Eran Alex y Levi.

Giré la cabeza y los ví a todos a mi lado. Alex y Levi me sostuvieron para que no me cayera.

-¿Qué ha pasado? - pregunté.

-He quemado el bosque – dijo Liv y abrió su mano. Se encontraba una piedra verde oscura. De repente salió la ninfa y me miró.

-MORID HUMANOS MORID – gritó – QUIERO SER LIBRE.

Liv la volvió a encerrar mientras se ponía una mano en la cara.

-Hay que llevarte al hospital – dijo Levi – estas perdiendo sangre.

-¿Y como explicamos las heridas? - preguntó Max.

-Si – dije – explícame eso. Y explícame que haremos cuando el hospital decida llamar a mi madre – dije – llevadme a casa. Loki, Luca y Agua cuidaran de mi.

No muy convencidos Levi y Alex me ayudaron a llegar a casa.

-Siento el plan de esta tarde – le dije a Alex.

-Lo hacemos otro día – dijo sonriendo.

Levi nos miraba fijamente y en silencio. Tras 20 minutos caminando llegamos a la puerta de mi casa. Me ayudaron a subir las escaleras del porche y puse las llaves en la cerradura.

-¿Estarás bien? - me preguntaron los dos al mismo tiempo.

-Si – dije – tranquilos.

Abrí la puerta de casa y la cerré detrás de mi. Todas las luces estaban apagadas y eso me alivió. Camine despacio hasta las escaleras muy mareada cuando una voz me paró.

-¿Que horas son estas de llegar? - preguntó una voz masculina bajando las escaleras. Era David – tu madre se ha ido a trabajar preocupada por ti. Es muy tarde. Si vas a salir con tus amigos avisa a...

Se paró en seco en las ultimas escaleras. Me miró con los ojos abiertos.

-¿Qué te ha pasado por dios bendito? - me preguntó

No le respondía. Cada vez estaba mas mareada. Estaba segura que iba a desmayarme. David me cogió de los brazos y me miró.

-¿Es que Henry ya no se ocupa de cuidar a los candidatos? - dijo en voz baja antes de que perdiera la conciencia.

La Caza de GreekdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora