Parte 10 Doloroso Recuerdo

665 61 6
                                    

Capítulo 6 



Ernest presento su familia con los recién llegados, su esposa Stella y su cuñada Martha, Terry saludo caballerosamente las dos damas, ellas muy emocionadas elogiaron el talento del joven, él agradeció la gentileza de ellas y procedió a saludar a Renata y a Erick por cortesía, luego presentó a la hermosa dama que lo acompaña.

—Ella es la señorita Eleonor — dijo Terry a secas y su mirada se encontró con la de Candy con una expresión expectante.

Candy percibía algo familiar en ella, pero no la reconoció a simple vista por el exceso de maquillaje, el velo que cubre sus ojos y su cabello...

Eleonor saludo y agradeció la invitación, con la misma gentileza con la que fue recibida y luego se dirigió a Candy con una sonrisa amable llena de gratitud y cariño.

El corazón de Candy se invadió de una inmensa alegría; al comprobar que madre e hijo ahora son una verdadera familia, la hermosa actriz se acercó; y Candy se aturdió por un momento sin saber cómo saludarla era difícil fingir no conocerla. Pero la bella actriz extendió sus brazos y estrecho a la joven en un cálido abrazo.

—señorita Bay... gusto de saludarla— dijo Candy en voz baja.

—El gusto es mío Candy— luego hablaremos susurro Eleonor en el oído de la joven.

—¿se conocen?— pregunto Erick curioso.

—Diría que sí, respondió Eleonor con naturalidad— Terence habla de ella todo el tiempo, agrego guiñándole un ojo a su hijo y tomando el brazo del jovencito que gentilmente se lo ofreció dejando el tema en el olvido.

La cena se sirvió en el jardín, Terry con la luz del día pudo apreciar el físico de toda esta gente, sobre todo el asunto de interés Erick, el joven es de complexión delgado, alto, cabello rizado rubio cobrizo, piel clara, ojos verdes claro un tono traslucido, para su desgracia el mequetrefe ese es guapo, y es de carácter alegre y confianzudo. Renata es muy parecida a su hermano, el mismo tono de ojos y su cabello es de color rubio oscuro, parece gentil y sonriente, pero su sonrisa no llega a sus ojos, perece triste pensó Terry reconociendo ese estado de ánimo, luego continuo escudriñando a las dos mujeres mayores Martha es una mujer cálida y sus ojos son color avellana verdoso, y Stella tiene el mismo color de ojos que sus dos hijos y Ernest tiene ojos claros no podría definir el color, pero lo cierto es que es uno de los hombres más amables que ha conocido y la adoración que él demuestra por Candy le causa una gran curiosidad.

Candy se sentía tan feliz, en ese momento podía decir que su felicidad es completa, encontrarse con Terry... de esa manera fue maravilloso y volver a ver a sus amigos, ver a Erick completamente recuperado y feliz, la llena de tranquilidad y alegría por el muchacho. Todos continuaron disfrutando de la reunión y del hermoso atardecer.

Un par de sirvientes se acercaron con los postres que sirvieron en el centro de la mesa los diversos pastelillos recién orneados, emanaban un aroma tan delicioso, Candy no pudo evitar emocionarse y se olvidó por un momento en donde se encuentra.

¡Delicioso! Exclamo Candy aplaudiendo, oh... discúlpenme es que huelen tan bien que no pude contenerme —dijo Candy un tanto avergonzada—

—Todos se echaron a reír—

No te disculpes Candy a todos nos gustan los postres, si te casaras con Erick te vendrías a vivir aquí y te cocinaríamos tus postres favoritos todos los días —dijo Ernest divertido—

Candy se atoro con el bocado y tocio, igual que Terry con su bebida —esto es el colmo pensó él enfadado—

De repente un ruido se escuchó sobre un árbol cercano a la mesa, y Candy curiosa observo hacia arriba buscando la causa del ruido, —¡oh! Por Dios es un mapache dijo con entusiasmó— poniéndose de pie de inmediato y Renata hizo lo mismo.

UN AMOR REESCRITO A TRAVÉS DEL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora