Capítulo 34: Humblog

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¿Por qué estaba tan sola?
- Hermione, vine porque solo puedo hablar contigo de esto. Vi a Ginny la noche anterior, con Paul y un grupo de alumnos en la madrugada, saliendo del bosque prohibido. No me preguntes por qué, pero al verlos, sentí algo malo. Tal vez esté volviéndome loca, pero es así. Tengo un mal presentimiento...una opresión en el pecho que no me deja respirar. Temo por ella...

Los ojos marrones de Hermione se fijaron en Luna. Por un momento las ideas se mezclaron en su mente, obteniendo como resultado una simbiosis de pensamientos. Respiró profundamente y al quedar su cabeza en blanco, una horrible y desastrosa realidad golpeó sus sentidos sin permitirle siquiera recuperarse de la impresión. Se tapó la boca mientras su respiración se volvía agitada y tomó la mano de Luna con fuerza, como si pensara detenerla.

- Ginny! Ginny se quedó en el comedor no es así? Cuando la noticia del muro se expandió se quedó! S.P.B! S.P.B! S.P.B! lo he leído en alguna parte… Sociedad... Sociedad... Sociedad de los poetas...poetas...en fin! Es un grupo que debió de haberse disuelto hace mucho tiempo ya! Siempre tuve la ligera sospecha de que aún existía, dices que la viste en la noche! Esto es grave Luna! Creo que sé que le sucede a Ginny! Está en esa secta! Y si está? Si está...si Ginny está allí…corre peligro.

- Qué!- dijo Luna son poder entender.

- Paul! Maldito desgraciado él la introdujo allí! Luna, necesito que averigües que es S.P.B, sé que es una sociedad importante revolucionaria que se dio en Hogwarts en la época de Voldemort, cuando los mortíos invadían el colegio. Esa organización ya no debería existir, es un error que siga en pie…un terrible error.

Harry golpeó la pared con todas sus fuerzas. La estaba perdiendo. Cerró los ojos mientras apoyaba la cabeza en el muro de su cuarto. Ron debía encontrarse en la sala común esperando a Ginny. Cualquier reclamo, cualquier ofensa no serviría para nada. Ginny se lo había advertido, le había dicho que estaba dispuesta a destruirse a ella misma con tal de hacerle daño. No quiso creerle al principio, su obstinado orgullo no lo dejó ver más allá de sus narices; ahora comprendía que ella no estaba jugando. Estaba loca, sí, tenía que estarlo. Caminó hacia la ventana y sus ojos verdes se quedaron fijos en la pelirroja que se despedía de Paul y ahora caminaba hacia el castillo. Sintió que todo dentro de él se desvanecía, y el vacío comenzaba a provocarle un sufrimiento indescriptible. No podía seguir así, sabía que solo él podría detenerla, tenía que intentar algo.
Salió del cuarto y bajó las escaleras de la sala común. Pasó al lado del pelirrojo mas no le dijo nada.

Quería interceptarla antes de que pudiera llegar allí.

Ginny caminaba por los pasillos mirando por las ventanas. El color del cielo le decía que pronto comenzaría a llover. Pasó las manos sobre su cabello mandándolo hacia atrás y al doblar la esquina, chocó de frente contra quien menos quería ver en aquel momento. No pudo hablar, no pudo gritar, no pudo decir nada; antes que ella pudiera reaccionar de cualquier modo Harry ya la había tomado de las muñecas y pegado contra la pared. Sus ojos verdes despedían fuego intenso que bien hubiera sido capaz de destruir cualquier barrera...

Menos la que Ginny había construido.

La pelirroja trató de soltarse, mas el cuerpo de Harry le impedía moverse. El Gryffindor colocó las muñecas frágiles de la chica arriba de su cabeza roja y se pegó aún más a ella. Cerró los ojos, pues nunca antes había tenido tantos sentimientos mezclados en su ser. El aroma que despedía Ginny era suficiente como para embriagarlo; quería hacerle daño, lastimarla como ella lo hacía con él. Hubiera dado todo por tener el valor suficiente, mas no podía. Ella jugaba con él como si nada, hundiéndolo en un pozo sin fondo ¿Acaso no percibía el daño que le estaba causando?

Sus alientos se mezclaban y sus narices rozaban con tanta cercanía. Los ojos verdes del moreno estaban fijos en los miel de la pelirroja. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder; aquella era una batalla sin fin.

°•CAMBIANDO EL PASADO•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora