Sin Rostro, Sin Nombre, Sin Derechos

Segunda oportunidad

Un mes paso para que se pudiera recuperar Zeruel, sus heridas se habían infectado y eso dificultó mucho su recuperación.

Raul: Señor, con todo respeto, pero debería ser más cuidadoso con el niño, con lo último...

Señor: Raul, Raul, mi querido Raúl, creo que aún no entiendes, él no es un niño, grábatelo en el cerebro

Raul: Lo siento señor

Señor: Lleva al niño a mi habitación

Raul salió y fue por el pequeño quien se encontraba en el patio echado, Raul se le partía el corazón, en realidad ese niño no parecía ser un niño.

Raul: Zeruel

En cuanto Zeruel escucho su nombre se levantó y camino hacia Raúl en 4, pudo observar que su parte íntima estaba mejor sin embargo un cicatriz se asomaba desde la punta de su miembro hasta los testículos de Zeruel, como si lo hubieran partido a la mitad.

Ambos caminaron de regreso a la casa y fue a dejarlo en el cuarto del señor, saliendo después de cumplir con su orden, en cambio Zeruel se echó en su cojín para dormir un rato aunque los planes eran otros.

Señor: No es hora de dormir

Zeruel se tenso al oír esa voz y por primera vez tembló frente a su amo retrocediendo al mismo tiempo, ahora le tenía mucho miedo.

Señor: Acércate Zeruel

El señor se fue a sentar en medio de la cama y palmeo su pierna, Zeruel asustado y dudoso se acercó lentamente hasta posicionarse entre sus piernas.

El señor bajo el cierre y desabrochó su pantalón para sacar su miembro lo cual hizo retroceder a Zeruel ya que la última vez por ese juguete lo habían castigado y de la peor manera.

Señor: Tendrás una segunda oportunidad si lo haces bien, entonces obtendrás tu premio

El señor abrió la boca de Zeruel e introdujo su miembro en la boca de nuevo, apretó los costados de la mandíbula de Zeruel para que no pudiera cerrarla.

Señor: No muerdas, no cierres la boca

Y dicho esto el señor comenzó a mover la cabeza de Zeruel de adelante hacia atrás y Zeruel no cerró ni mordió el miembro de este.

Pasó tiempo y el señor si tío el famoso hormigueo para después correrse en la boca del menor, no saco su miembro de la boca para que no tirará el semen.

Señor: Tragalo...Tragalo

Cuando verifico que Zeruel se trago el semen entonces saco su miembro de la boca, lo metió entre sus ropas y tomo una galleta, de esas que le daba siempre como premio.

Señor: Buen trabajo toma tu premio

Zeruel tomo la galleta entre sus dientes y se fue a su cojín a comerla gustoso mientras que el señor se fue de la habitación dejando solo a Zeruel.