10 años

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10 años y un Zeruel de 18 años se encontraba tirado en la pequeña jaula que ahora le costaba más trabajo estar ahí que antes, cuando era un niño.

¿Qué pasó? Zeruel continuo con su entrenamiento para convertirse en la mascota que es, su comprensión era casi nula, andaba en 4, era bueno en los orales y pronto se convertiría en la atracción principal de uno de los prostíbulos más importantes del señor.

Zeruel creció, se volvió más apuesto, tenía rasgos muy masculinos, su cuerpo bien definido, unas pompas firmes y hermosas y por su puesto su estatura, si pudiera estar parado sería más alto que el señor ya que media 1.90 m.

Si su vida no fuera esta pondría ser un modelo bien pagado, pero esta vida le tocó y ahora estaba en esa jaula que solo media 60x60 cm que gracias a la gran flexibilidad que tiene puede estar ahí pero prácticamente no se puede mover.

La pregunta era ¿Por qué?, ¿Por qué estaba en esa jaula?, Simple, porque se había portado mal, Zeruel no quería complacer a su amo, estaba tranquilamente jugando con sus peluches corriendo de un lado a otro por toda la casa y jardín.

Sin embargo el señor apareció con las ganas de tomarlo, Zeruel se enojo por interrumpirlo y cuando quiso tomarlo le mordió la mano, Zeruel no entendía porque todo mundo podía interrumpir su placentero juego y cuando él iba a interrumpir para que jugarán con él lo castigaban.

El señor no podía tocarlo ya que en una semana lo iban a llevar al prostíbulo y si tenía marcas de cualquier tipo entonces no podrían rentarlo a un mejor precio, era por ello que sólo lo había encerrado en la pequeña jaula como castigo hacia Zeruel.

Raul: Resiste unas horas más y tú castigo será levantado

Raul acercó un poco comida a la jaula ya que Zeruel no había comido nada en todo el día y este la tomo, así paso la comida, Raul dándole de comer a través de la jaula.

Sin Rostro, Sin Nombre, Sin Derechos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora