Caminar

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Había pasado un año y diez meses, El pequeño Zeruel comenzaba a dar sus primeros pasos sin saber sólo imitaba a los adultos que veía caminando en dos pies.

Señor: ¡Otra vez! ¡Maldita sea!

Raúl: El pequeño es muy listo imita todo lo que hacemos

Señor: Pues no hay que dejarlo, él debe hacer lo que nosotros le digamos

El se levantó muy molesto de su silla mientras veía como el bebé andaba caminando por los pasillos, se acercó a él y lo cargó como si un perro fuera tomándolo del cuello.

El niño reía creía que estaban jugando con él así que sólo dejo y movió sus manitas para continuar riendo en cambio el señor entró muy molesto a la habitación y en cuanto lo hizo, aventó al pequeño al piso.

Comenzó a llorar el bebé por el golpe que había recibido se levantó con cuidado sobándose su pequeña cabecita el señor retiro su cinturón y se acercó a él amenazadoramente.

Señor: Esto no es una persona Raúl sino es una mascota, no tiene derechos, voz, ni voto, no confundas hay que enseñarle como se les enseña a los perros

Raúl: Sí señor

El bebé camino hasta el señor sin siquiera saber que corría peligro, el señor azotó el cinturón dándole al pequeño en uno de sus brazos, el niño comenzó a llorar más fuerte entonces el Señor los sometió.

Lo tomó del cuello y lo hizo que quedará de rodillas el pequeño sin entender lo que había hecho mal se soltó a llorar y llorar mientras que el señor le golpeaba y le gritaba que una mascota no podía andar caminando.

Raúl observaba todo de cierta forma le dolía saber cómo iba a terminar ese niño, a pesar de estar metido en estos negocios no fue porque quiso sino porque lo obligaron.

Dejó de mirar cuando vio como el pequeño comenzaba a sangrar no podía soportarlo el señor se detuvo y voltea a ver a Raúl.

Señor: ¿Ves? Es un perro se le debe de enseñar a golpes no tienen razocinio sólo con golpes entienden ellos

Raúl: Sí señor

Señor: Llévatelo a la habitación que lo curen y cuando vuelva andar de pie hay que pegarle, debe de entender que no puede caminar debe arrastrarse como lo que es

Sin Rostro, Sin Nombre, Sin Derechos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora