Capítulo 3: Su nombre es Catra

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Adora volteó con confusión a ver a su amiga quien seguía apretando su mano con fuerza. Antes de poder preguntarle que era lo que le pasaba la jaló con fuerza afuera de la habitación.

-¿Ella es tu compañera?- preguntó con entusiasmo Mara.

-Sí, pero ¿por qué te sorprendes?... preguntó aún más confundida pero enseguida se le iluminó la mente. -No me digas que ella es...

-¡Sí!- interrumpió Mara. -¿Y cuál es su nombre?

-¿Su nombre? Ehhh yo... yo no... no lo sé.- tartamudeó Adora.

-¿Cómo que no lo sabes? Estás viviendo con ella.- dijo incrédula Mara.

-Bueno sí, pero no nos hemos presentado. No lo consideré necesario.

-Bueno, ahora ya hay una razón para hacerlo necesario. Ve y pregúntale su nombre.

-¿Yo? Sí la que está interesada eres tú.

-Por favor Adora, ella me interesa. ¿Si? Por favor, di que sí, nada te cuesta.- suplicó Mara.

Adora terminó por aceptar al ver el entusiasmo de su amiga, aunque la verdad era que la rubia no tenía la mínima intención ni curiosidad de saber nada de la desconocida. Volvieron a dentro de la habitación. La desconocida seguía en el escritorio, las otras dos chicas se acercaron y la desconocida se quitó los audífonos y espero a que hablaran.

-Bien, mi amiga quiere saber tu nombre... ¿Cuál es tu nombre?- preguntó Adora evitando cruzar su mirada con los ojos bicolores de la chica.

Con una pequeña risa la chica respondió. -Mi nombre es Catra, es un gusto.- contestó amablemente.

-Yo soy Mara.- sobresalió y se puso enfrente para presentarse. -Sólo quería decirte que muchas gracias por prestarme tu pañuelo esta mañana, lo lavaré y después te lo traeré.

Adora se quitó de ahí y fue a buscar las hojas que su amiga le había pedido.

-No te apures, puedes regresármelo hasta cuando ya no lo necesites.

Mara se emocionó más al escuchar esas palabras pero fue interrumpida por Adora.

-Aquí están las hojas que me pediste.- le dijo y extendió sus brazos para dárselas.

La chica las cogió y comenzó a caminar hacia atrás, pues no quería dejar de ver a Catra. Terminó de salir de la habitación y cuando la puerta de cerró Adora se sentó en su cama y empezó a sacar sus cosas para hacer sus deberes.

-¿Y cuál es tu nombre?- preguntó Catra con curiosidad.

Adora volteo a verla y sin mucha gracia le contestó. -Me llamo Adora... Y si me lo permites haré mi tarea.- dijo y se levantó para irse a sentar al otro escritorio que estaba a espaldas del de Catra.

La morena la miró confundida, sin embargo parecía entender que su compañera de piso era de pocas pulgas. Volvió a ponerse sus audífonos y continúo con sus cosas.

La tarde iba avanzando y en la habitación 101 todo era un silencio. Casi, casi podías escuchar la respiración de ambas chicas, no habían vuelto a cruzar ni una palabra, ni siquiera una mirada desde la ultima vez. 

A Catra le parecía que estaba viviendo con un fantasma, mientras que Adora sólo le importaba cumplir en tiempo y forma con sus respectivos deberes. Así llegó la noche y ambas chicas se metieron s su respectivas camas para dormir. Catra se puso sus audífonos y se metió de lleno en su celular. Adora se percató de eso, "Ya es bastante tarde para distraerse con eso, no hay duda qué es muy diferente a mí", pensó. La rubia se volteo hacia el lado contrario según ella para que la luz que desprendía el dispositivo no la molestase para poder dormir.

7:00 de la mañana y la alarma de Adora comenzó a sonar. Ella enseguida se levantó, miró a la otra cama y Catra seguía profundamente dormida, a Adora le desesperaba verla, ella era tan responsable y puntual y sentía que la actitud de Catra no concordaba con la suya. Al menos cuando le tocó ser compañera de Mara ellas encontraron un punto medio y lograron hacerse buenas amigas.

A los pocos minutos ya estaba con sus amigos en una de las mesas del comedor. Glimmer estaba sentada a su lado junto a Bow, quién rápidamente ya se había adaptado al grupo, en especial con Sea Hawk, estaban hablando sin parar sobre temas triviales. 

De pronto Adora notó una risa que aunque nunca la había escuchado le resultaba familiar, miró por encima de Glimmer y a una mesa de distancia estaban tres chicas platicando alegremente, entre ellas estaba Catra, ella era quién estaba riendo. La rubia se desconcertó, pues nunca había escuchado la risa de su compañera sin embargo tenía la sensación de saber que era de ella. En esa mesa estaba acompañada de otras dos chicas, una con el pelo morado y ojos carmesí. Otra con el pelo corto y plateado y ojos casi negros, aunque daba la impresión de ser la más alegre.

-¿Qué tanto ves Adora?- preguntó Glimmer y volteó a ver a dónde miraba su prima. -¿Tú también las conoces?- preguntó.

-Ehhh no, bueno sólo a una de ellas, ¿tú sí?- preguntó Adora.

-Buena la de cabello morado se llama Entrapta y la del cabello plateado se llama Scorpia, comparto un par de clases con ellas. La otra chica es Catra, la conocí por las otras. Siempre que me la encuentro me llama chispitas.- explicó la pelirosa.

Adora iba a comentar algo pero fue interrumpida de sorpresa por Mara quién acaba de aparecer. Enseguida notó que Catra estaba enfrente y sin pensarlo dos veces se acercó a ella. Glimmer no le tomó importancia, sin embargo Adora no les quitó la vista de encima.

-Hola Catra.- se anunció.

-Hola Mara, siéntate. Mira ellas son mis amigas Entrapta y Scorpia.- dijo Catra.

Las otras chicas saludaron con gusto a Mara.

-Venía a darte tu pañuelo, muchas gracias.- dijo y extendió su mano entregándoselo.

-Sí, claro. No fue nada, espero que ya estés mejor.

-Sí, ya lo estoy, gracias por preguntar. Debo de irme pero nos vemos después.- se despidió Mara y se alejó.

Las amigas de Catra comenzaron a murmuran entre ellas con un pequeño toque de burla hacia Catra. Del otro lado Adora trababa de descifrar que tanto decían pero era imposible. 






Aún no es el final [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora