Capítulo 15: Un día nublado

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Aunque Adora ya sabía en el fondo que tenía sentimientos hacia Catra, al escuchar como alguien más lo confirmaba con tanta seguridad le decía que ya todo estaba más claro, eso le asustaba pero también sentía una emoción casi inexplicable.

-¿Adora?- preguntó Glimmer al ver como su prima se había quedado en las nubes.

-A mí... no, no me gusta nadie- le respondió cerrando con fuerza los ojos para no verla.

Glimmer la veía con cierta ternura, parecía como una niña que acaba de hacer una travesura y trataba de actuar de la manera más natural para que su mintiera se sintiera lo más verdadera posible. Dejó de insistir, ya la había torturado lo suficiente, se despidió de ella y salió de la habitación.

Adora dio un suspiro al volver a quedarse sóla. Después miró su celular y se percató que si no se daba prisa iba a llegar tarde a su clase de la primera hora.

Ese día parecía que transcurría de la manera más normal para ambas chicas, pero no era así. Mientras Adora estaba emocionada por ver a Catra a la hora del almuerzo y platicar, Catra estaba en otra sintonía, quería desaparecer por un momento, no quería verle el rostro a nadie. De hecho, esa mañana no había ido a desayunar con sus amigas como había comentado. Se había quedado debajo de las escaleras de un edificio, donde apenas pasaban personas.

Entrapta trataba de sacarle plática, pero era imposible, las respuestas de Catra eran cortantes y la miraba con cara de pocos amigos. Scorpia puso su mano en el hombro de Entrapta y le hizo un gesto para decirle que era mejor dejarla sola. Cada que Catra se ponía en ese modo parecía que todo lo que la interrumpiera la desconectaba de sus pensamientos.

Al llegar la hora del almuerzo, los chicos ya estaban en el comedor principal de la universidad, todos hablaban y convivían. Adora recién llegaba y buscaba con la mirada a Catra pero no la encontraba por ninguna parte. Se acercó a donde se encontraban Scorpia y Entrapta y les preguntó por Catra.

-Hola chicas, ¿y Catra?

-No sabemos, ha estado bastante ausente desde la primera hora, apenas y hemos hablado con ella durante el día.

Adora las miró con confusión, pareciera que no habían desayunado con ella como la había comentado en la mañana. Adora se despidió de ambas chicas y se sentó en la mesa junto a Bow y Glimmer quienes andaban muy acaramelados.

-Adora, ¿estás bien?- preguntó Bow al verla tan ausente y callada.

-Eh si, sólo que deseaba platicar con Catra, ella me dijo que no eran necesarias las explicaciones pero, siento que lo que pasó ayer debemos hablarlo no sé, me siento rara.

-Adora, ella tiene razón. No necesitas darle aplicaciones, pero si en verdad lo necesitas, sólo debes hacérselo saber- comentó Glimmer.

Adora los miró y dio un suspiro al aire, su mirada se fijaba en la entrada del comedor con la esperanza que en algún momento Catra entrara por esa puerta.


Mientras tanto, en ese pequeño lugar debajo de las escaleras Catra estaba sentada ahí con sus audifonos a todo volumen. El día estaba nublado,  y pareciera que ella estaba entre las sombras. Pareciera que el clima era la viva representación de lo que sucedía en su interior.

 Cuando terminó la hora del almuerzo Catra regresó a  tomar las clases que le faltaban en ese día. Ese día salía hasta las siete de la noche, al salir de su salón de clase se encontró con Mara, quién también terminaba su clase a esa hora. Mara enseguida se emocionó al ver a Catra y se ofreció a acompañarla hasta su dormitorio. Catra trató de negarse pero la insistía de Mara terminó por ganar.

Adora estaba viendo por el balcón del edificio viendo hacia abajo, cuando apareció Catra junto a Mara, enseguida la cabeza de Adora empezó a pensar de más, "¿Habrán estado todo el día juntas? Quizá por eso no la ví en todo el día" Cada que se preguntaba eso a ella misma, sentía que el pecho se le apachurraba.

-Puedes dejarme aquí- le decía Catra a Mara al inicio de las escaleras.

-Puedo acompañarte a tu habitación- seguía insistiendo Mara.

-No, puedo ir sola. Nos vemos- se despidió Catra y empezó a subir cuando Mara volvió a hablarle.

-Catra, quiero preguntarte algo y espero puedas responderme con toda sinceridad.

-Dime.

-¿Hay algo entre Adora y tú?- preguntó seriamente.

El corazón de Catra empezó a acelerarse, nunca pasó por su mente que iba a preguntarle aquello.

-¿Por qué me preguntas eso?- dijo esforzándose de no sonar nerviosa.

-Bueno, hay varios motivos. Los últimos días las he visto más juntas que antes, incluso puedo jurar que se ruborizan cuando lo están. Y justo ayer las vi de la mano y bueno, tal vez esté alucinando pero creo que te pusiste celosa cuando el tal Hardin se presentó como su novio.

Al escuchar todo eso, Catra podía jurar que se había puesto pálida pero no estaba dispuesta a mostrar sus verdaderos sentimiento ante Mara.

-Tal vez mi respuesta te genere más dudas pero, como tal lo dices, es algo entre Adora y yo, no quiero sonar grosera pero es algo que sólo entendemos nosotras- dijo con calma Catra.

Mara, no esperaba su respuesta. Ella quería escuchar algo en concreto para despejar sus dudas si realmente había lago entre las dos chicas, pero su esfuerzo había sido en vano. Trató de disimular su enojo y terminó por despedirse de Catra.

Catra entró a su habitación y se encontró con Adora sentada en el escritorio, lucía ocupada, así que sólo dejó sus cosas y sin ni siquiera saludar se acostó en la cama. 

Adora estaba frente a un libro pero ni siquiera lo estaba leyendo, sólo fingía. La rubia sentía que su corazón se hacía cada vez más pequeño al sentir la indiferencia de Catra, ahora lo entendía, ella había estado durante todo el día evitándola, eso no era lo peor, lo peor era que no entendía el motivo. Adora pensaba que tal vez tenía algo que ver con lo del día anterior, pero luego recordaba que la había visto con Mara, entonces, tal vez, Catra era la que quería pasar más tiempo con Mara y no con ella.


Aún no es el final [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora