Capítulo 94: Tomando el rumbo

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Mara estaba atónita, no podía creer lo que veía. Su cuerpo empezó a temblar, sentía que se iba a desmayar. Se puso de pie para seguir viéndola con más claridad, porque seguía sin poder creerlo. Catra se acercó a ella.

-Mírame, estoy bien, estoy aquí- dijo con calma.

-Pero yo, yo ví como salía sangre de tu estomago, yo ví como tus ojos comenzaban a cerrarse. Escuché como el arma se disparó- decía Mara aún sin poder controlarse.

-Sé perfectamente lo que pasó. Afortunadamente la bala no logró tocar ningún órgano, pero la herida fue profunda y estuve en observación un par de días- explicó Catra y podía ver la mirada de Mara como aún no lo podía creer, entonces le cogió una mano -Mara, estoy viva.

Una lágrima salió de ella y se abalanzó para abrazar a Catra, fue como un alivio y un descanso para su mente y cuerpo al sentir como estaba volviendo a sentirla. El gran peso de su culpa se esfumó por completo, podía volver a sentirse calmada. Abrió por un momento los ojos y miró a Adora en el umbral de la puerta. Dejó de abrazar a Catra y fue con Adora y la abrazó también.

-Perdón- dijo Mara de la manera más sincera en la que su corazón pudo hablar.

Adora se tomó un segundo para entender lo que estaba pasando, podía sentir en ese abrazo el gran arrepentimiento de Mara. Le correspondió aquel abrazo.

-Tranquila, está todo bien- susurró.

Después de un rato, el ambiente se tornó más tranquilo. Entre todos empezaron a empacar las pocas cosas que quedaban en ese departamento. Mara había aceptado de volver con ellos a Mystacord, además de haber aceptado que necesitaba ayuda. Debía empezar a luchar con su pasado, entender que todo lo que no había dejado ir le estaba provocando que su vida poco a poco se destruyera.

De camino a Mystacord, Mara se había quedado dormida, habían pasado muchos días en los que apenas había dormido, la culpa de pensar que había matado a Catra era mucho para soportar.  


Los días pasaron. Mara había comenzado un tratamiento con una psicóloga allegada a la familia Weaver, era de confianza y parecía que todo iba mejorando. Catra había regresado a trabajar a la empresa Weaver y Adora se había unido al equipo de trabajo. Pareciera que todo iba tomando ya su rumbo. 

Adora no había tenido noticias de Hardin en los últimos días, daba ya por hecho que ese tema había quedado solucionado. Su madre la llamaba esporádicamente para saber como se encontraba. Adora no daba muchas explicaciones, podía sentir como su madre seguía con la idea de que se alejara de Catra, sólo que ahora lo trataba de disimular, pero seguía siendo bastante obvio. La chica empezaba a hacerse la idea que su madre nunca aceptaría su relación con Catra. 

"Ni siquiera se ha dado la oportunidad de conocerla, ¿Cómo se supone que le haré entender que ella es con quién me siento bien y feliz?", se preguntaba a ella misma.

-Hey Adora- dijo Catra al acercarse.

Adora se despejó de sus anteriores pensamientos al escucharla hablar -Catra, no te vi llegar.

-¿Estás bien? Te noto un poco ida- quiso indagar.

-Tranquila... ehhh... sólo estaba pensando en ir estos días a la casa de mi madre. Hay muchas cosas mías ahí y creo que sería buena idea ir por ellas- explicó -¿Me acompañarías?- preguntó.

Podría parecer una idea descabellada, pero lo que Adora buscaba es tener alguna excusa que su madre y Catra empezaran a convivir y así que su madre se diera cuenta que su relación era importante.

-Por supuesto que sí- aceptó de inmediato Catra -Pero...- se tomó un momento más para pensarlo -¿Crees que es buena idea que tu madre me vea ahí?

-Bueno, buenas ideas nunca he tenido, pero no tienes porque preocuparte por eso. Eres mi novia y es de lo más normal que vayas conmigo a recoger mis cosas- dijo con calma Adora pero igual se sentía nerviosa -Ehhh, igual Glimmer y Bow pueden ir con nosotras.

-Vale, ¿cuando quieres ir?

-Esta tarde estaría bien.

-Como gustes amor...- en eso miró la hora en su celular -Bien, tengo que regresar a terminar unas cosas. Le diré a Chispitas y a Bow que saliendo iremos a tu casa. Te veo más al rato- se despidió y se fue.


Mientras tanto, en industrias Hordak. Hardin entraba a la oficina de su padre, estaban teniendo una conversación acalorada.

-No puedo creer que no hayas hecho ningún esfuerzo por mantenerla en la empresa. Ahora menos voy a poder verla. ¿Como se supone que voy a arreglar mi relación?- alzaba la voz Hardin hacia su padre al sentirse traicionado.

-En primera, baja el tono de tu voz Hardin- ordenó Prime -Segundo, ella tiene todo el derecho de dejar de trabajar aquí si es lo que quiere. Aunque debo admitir que se nota su ausencia en esta empresa. Es muy buena y talentosa en todo lo que hace... Y tercero, tú relación está más muerta que otra cosa. Si ella ya no quiere estar contigo, ¡dejala ya Hardin! No puedes tener siempre lo que quieras.

El coraje de Hardin subió al escuchar a su padre decirle esas palabras -Sólo quiero tener lo que merezco. No me importa lo que tenga que hacer, estoy harto de que todo lo que estuve a punto de conseguir se me esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Pero veo que ahora mismo no puedo ni siquiera contar con el apoyo de mi padre.

-Te equivocas Hardin, yo siempre te he apoyado en todo lo que has querido, tal vez ese ha sido mi error, te acostumbraste a tener siempre lo que deseabas. Y ahora piensas que puedes tener a una persona como si fuera un objeto. Estás muy mal, ahora sal de mi oficina y espero que tu manera de pensar cambie, porque no estoy para seguir aguantando.

Hardin salió de la oficina, su coraje no podía disminuir. Sentía la impotencia de no poder lograr su cometido, sentía que cada minutos que pasaba perdía cada vez más la oportunidad de que Adora regresara con él. No podía permitírselo, subió a su auto y sin pensarlo fue a buscarla.




Aún no es el final [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora