🦉 BETWEEN US 🐺 | Bokuto Kōtarō & Kurō Tetsurō

I Arco de Formación del Equipo Karasuno

   Mediados de abril, lunes por la mañana. ¿Qué puede ser más rutinario y aburrido para un estudiante de preparatoria, que iniciar una nueva semana de clases y más clases?

   Airyn reconocía que no era la persona más creativa o divertida de su división, ni tampoco la más sociable o popular, siendo quizás por ésto que en su primer año casi no solía tener planes para después de clases. Ninguno de sus antiguos amigos de la secundaria habían entrado en la Preparatoria Nekoma y, de entre todos sus intentos por conseguir hacerse de amigos, sólo una chica se había mantenido fielmente a su lado.

— Nee, Airyn-chan, ¿oiste? —inquirió su amiga Mei, llegando al banco donde la nombrada se hallaba degustando su almuerzo—. Dicen que el entrenador del equipo de voleibol de Karasuno ha vuelto a llamar a la escuela para que sus equipos tengan un partido de práctica. Y el entrenador Nekomata finalmente aceptó.

   Airyn tragó la comida en su boca antes de hablar.

— Espera, ¿el tipo insistente? ¿No era ese su consejero?

— ¡Ah, si, si! Es cierto —su amiga se cruzó de brazos y adoptó una expresión pensativa—... Pero, estuvo llamando más de dos años seguidos. Me pregunto qué tan patético ha de ser en persona. Prácticamente la escuela pudo haberlo demandado por acoso.

   Airyn rió. Le gustaba lo directa que era Mei con lo que pensaba al hablar. Eso, a su parecer, la hacía ver cuán genuina realmente era.

— Supongo que ahora fue más insistentes con el entrenador Nekomata, dado que su entrenador famoso volvió. —le mencionó Airyn, llevando más comida a su boca.

— ¿Te refieres al entrenador Ukai? —ella asintió al oír el nombre de quien casi lleva al equipo de Voleibol de Karasuno a la victoria hace un par de años, según se dice—. ¿No te enteraste? Tuvo un colapso unos días antes de iniciar las clases. Supe incluso que fue hospitalizado y no pudo volver a la escuela.

— Oh, no... Pobre hombre. Ojala que se encuentre mejor... Pero, ¿cómo te enteras de todo siempre, Mei-chan? Incluso de desgracias como ésta.

   Su amiga sonrió, inesperadamente sintiendo que sus habilidades para el chisme eran alagadas.

— Tengo mis contactos fuera de la escuela. —le respondió, con evidente soberbia y misterio.

— Querrás decir "amigos". —le mencionó queriendo disipar esa vibra de malas influencias que Mei había creado.

— ¿Mh? Ah, si. Esos también. ¡Por cierto, ¿ya decidiste a qué club te unirás?!

— No, aún no. Sabes que soy demasiado perezosa para estar en un club.

— Esa fue tu excusa el año anterior. No puedes seguir pensando igual, amiga. ¡Tienes que hacer algo! ¡Diviértete! ¡Socializa! ¡¡Activa tu juventud!! —hizo un gesto exagerado al azar sus manos al aire.

 — ¿Quién eres? ¿Mi madre? —Airyn rió—... Mira, ya lo sé y, por eso, estuve viendo los propósitos y objetivos de algunos clubes. Te haré saber cuando me interese por alguno. 

   Mei suspiró.

— Esta bien. ¿Qué harás en la tarde? —le preguntó, mientras veía a Airyn guardar prolijamente su bento terminado.

— Sorprendentemente, Yamamoto-san me pidió ayuda para comprender la escala de medición que vimos la semana pasada en matemáticas. —le mencionó, nombrando al compañero de clases de ambas.

— ¿Es en serio? —preguntó, evidentemente dudativa.

   Airyn asintió.

— Dice que está preocupado porque el profesor nos dijo que el resto del semestre íbamos a aprender en base a la escala —le contó—. Teme no poder jugar al voleibol si llegase a reprobar matemáticas cuando tomen los exámenes.