🦉 BETWEEN US 🐺 | Bokuto Kōtarō & Kurō Tetsurō

VII

   Para el día lunes, 14 de mayo, se cumplieron cinco días desde que Airyn había comenzado a recibir los más disparatados mensajes por parte de Bokuto.

   El primero de ellos fue el más normal de todos, al decirle que se alegraba mucho de haberse vuelvo a encontrar con ella. Y que aún lo sentía por haber gastado su última moneda en la garra mecánica. Y por no haber obtenido nada él mismo, por sus propios medios.

   Después de eso, él le escribía en algún momento del día para contarle algo graciosos que hubiese visto o hecho. Ella le respondía con gracia, a veces que no podía creerlo, y otras, que hubiese deseado haberlo visto en persona.

— Oi~, Airyn-chan~... —la llamó Mei por tercera vez, cansada de ser ignorada por su amiga, a pesar de encontrarse sentada en el banco de enfrente.

   Airyn apartó su atención de la pantalla de su teléfono, tras leer el nuevo mensaje que había recibido, y observó sorprendida a su amiga.

— ¿Qué? —le preguntó ella, olvidando la conversación que habían estado teniendo antes.

— ¿Otra vez ese chico de Fukurōdani? —le preguntó Mei, observando su teléfono aún en su mano.

— Ah, si —Airyn rió apenada, guardando su teléfono por el momento. Luego le respondería—. Hoy dice estar deprimido porque no llegó a tiempo para comprar un pan de yakisoba en la cafetería de su escuela.

— ¿En serio? Se entristece por algo así, ¿y dices que es un año mayor que nosotras?

— No lo digo yo, sino Kenma-kun. —le mencionó, nombrando a su compañero que, inesperadamente, no se encontraba en el salón.

— Hmf, claaro~ —musitó incomoda Mei, recordando aún su acercamiento fallido con el rubio—. Sobre eso, ¿crees que yo pueda conseguir una entrevista especial para el periódico escolar, sobre el entrenamiento del equipo de voleibol para las preliminares de la Interhigh?

— Claro que si. Eres una buena reportera. —la alentó, sonriendo.

— Mh~. Bueno... esperaba que tú, como eres cercana a alguno de los miembros titulares, pudieras conseguirme esa entrevista especial. —le dijo insegura, al suponer que, tal vez, Airyn la rechazaría.

— Oh... ¡Si, claro! Le preguntaré a Kenma-kun si a él no le molesta que tú...

— Dwagh. No, con ese cabeza de pudín no. —se apresuró en rechazar, a la vez que se cruzaba de brazos, molesta—... Digo, sé que él es armador titular. Pero no quiero tener que hablar con él de nuevo en mi vida, después de la vergüenza que me hizo pasar.

— Tú no fuiste muy amable con Kenma-kun al hacer esa bromita, Mei-chan. —le recordó Airyn, incapaz de sentir lastima por la posición de su amiga.

— ¡Agh! ¡Bien, si, tienes razón! Sé que estuve mal, pero, ¿qué puedo hacer? ¿Cómo voy a lograr que me perdone, si a Kozume no le interesa que yo me le acerque? —le preguntó, ya con una expresión de falsa molestia en su rostro, cuando era evidente que se había sonrojado al avergonzarse por admitir su error—... Además, suponiendo que Kozume aceptase ser entrevistado. Conociendo su personalidad, sus respuestas serían muy vagas y ambiguas para el periódico escolar.

— Mh. Si, es probable. —coincidió, al pensar también en la personalidad de Kenma.

— ¿Verdad? —una sonrisa alegre apareció en su rostro, sorprendiendo a Airyn por su cambio repentino de humor— Es por eso que esperaba que me consiguieras la entrevista con el sex-symbol del equipo.

   La de cabello corto le guiñó un ojo a su amiga, suponiendo que ella también sería capaz de intuir y asociar tal apodo con la persona a la cual se refería.