⚠️ Ninguno de los personajes de Haikyuu! me pertenece
⚠️ No resubir ni adaptar, en ésta ni en ninguna otra plataforma, sin consentimiento.
⚠️ Portada hecha por mi.
— ¡¡Oye, Kenma!! ¡¡No huyas!! —le gritó enfurecido el entrenador Nekomata, cuando el rubio dejó pasar un tiro directo que Bokuto había hecho con llamativa fuerza.
—... Me arrancará los brazos... —se excusó Kenma, asustadizo por el potente ataque del rival.
— ¡¡No lo hará!! —le volvió a reprochar molesto el entrenador.
De espectadora, Airyn no pudo evitar reír por lo bajo, mientras veía al capitán del equipo contrario celebrar y alardear de lo genial que él era. Aunque todos parecían estar esforzándose, tambien se divertían, intercambiaban palabras con el equipo contrario y bromeaban entre ellos.
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Antes de que el sol desapareciera en el horizonte, las mánagers de los equipos fueron solicitadas para ayudar a preparar la cena. El último set que se aún seguía en juego era el de Nekoma contra Ubugawa.
— ¿Eres buena cocinera, Airyn-chan? —le preguntó Shimizu, la mánager de Karasuno.
— Pues... no soy mala. Así que, lo dejo a su criterio, chicas. —sonrió tímidamente.
Las demás rieron.
Todos los equipos comieron juntos en el comedor. Cuando terminaron, tomaron turnos para ocupar los baños y darse una ducha. Luego, tendrían algo de tiempo libre, antes de irse todos a dormir.
Tras ducharse junto con las chicas, y vistiendo ahora una camiseta holgada blanca y unos shorts rojos, Airyn salió del aula 2-D para comprar refrescos para todas de la máquina expendedora del primer piso. Cuando dobló en la esquina, vió que Bokuto se aproximaba junto con Akaashi. Los dos parecían volver de los baños, ya que cargaban sus toallas sobre sus amplios hombros. El peliblanco le hablaba al otro sobre el gran potencial que habría ese año, o al menos eso creyó oír Airyn.
— Bokuto-san, Akaashi-san. —los saludo ella, terminando de acercarse y ocasionando que los dos se detuvieran.
— ¿Oh? ¡Oh, Airyn-chan! Hola. —exclamó Bokuto al notarla.
— ¿Cómo lo están pasando? Sé que es el primer día, pero en verdad espero que todos se sientan cómodos estando aquí. —les dijo.
— Si. Lo estamos pasando genial. —respondió Bokuto.
— Si hay algo que necesiten, no duden en consultarme. Entonces... —ella les hizo una reverencia a los dos mayores, a modo de despedida, antes de seguir con su camino.
— ¡Espera, Airyn-chan! —la llamó Bokuto, consiguiendo que ella respondiese a su pea dido—. ¿A dónde ibas?
— Por unos refrescos. No podemos salir de la escuela de noche. Pero hay máquinas expendedoras en el primer piso y en el planta baja, por si quieren algo. —les contó.
— ¡Eso suena genial! Akaashi, prestame ¥10.000 yenes. —le pidió naturalmente a su compañero.
— No lo haré. —le respondió, tambien con cierta naturalidad.
