🦉 BETWEEN US 🐺 | Bokuto Kōtarō & Kurō Tetsurō

VI

   Dos días después, eran alrededor de las 17:00pm, cuando Airyn aún se encontraba intentando bordar por tercera vez la palabra Love en un recorte de tela que su maestra le había entregado.

   El diseño de la palabra en cursiva no era difícil. E incluso, era la palabra más corta entre las demás opciones. Aún así, Airyn se había pinchado los dedos una incontable cantidad de veces, y su frustración por lograr un lindo bordado la llevaba a deshacer sus intentos y comenzar de nuevo.

— A-Airyn-chan, ¿por qué no te tomas un descanso? —le sugirió sutilmente su maestra encargada del club por tercera vez en el día, al ver su estado peor que antes.

— Ya casi lo tengo, Suzuki-sensei. —le respondió, consiguiendo pasar la aguja a través de la tela, sin pincharse está vez.

— Pero, tus dedos sangran... No querrás que la tela se ensucie, ¿cierto? —intentó persuadirla.

   Airyn observó sus dedos. Ciertamente había estado chupándoselos para evitar que suceda aquello que la mayor decía —y también para calmar el dolor—, pero la sangre aún salía en algunos sitios en pequeñas cantidades.

— Está bien —la chica le pasó su trabajo logrado, junto con la aguja e hilo aún unidos—... Lamento las molestias, Suzuki-sensei.

— ¡Olvídalo! Lo has hecho bastante bien para ser tu primera vez bordando. Creo que por hoy has hecho suficiente, Mori-chan. ¿Por qué no vas a la enfermería a que te pongan unas benditas y luego vas a casa?

   La chica asintió, se puso de pie y le hizo una reverencia a su maestra.

— Muchas gracias por la clase. Prometo seguir practicando en casa. —le aseguró.

   Al oír aquello, la mujer se asustó.

— E-Esta bien... ¡Pero usa un dedal la próxima! ¿Si?

— Oh. Claro.

   Airyn juntó todas sus cosas y se marchó del salón. Luego averiguaría qué era un dedal. Ahora debía ir a la enfermería en busca de benditas.

   Mientras la enfermera vendaba sus dedos, recordó que en ese momento el equipo de Voleibol debía de estar jugando su partido de práctica con una escuela visitante, si no es que el partido ya acabó con una victoria aplastante para alguno de los dos bandos.

   Cuando llegó al gimnasio número 2, la puerta estaba abierta, por lo que los sonidos de adentro se escuchaban con mayor claridad. Mientras se cambiaba los zapatos por sus zapatillas de interior frente a la puerta, pudo ver que el partido aún seguía desarrollándose.

   Antes de subir a las gradas, donde notó que también se encontraban algunos estudiantes observando, se adentró un poco en la planta baja del gimnasio para observar mejor la pizarra. Ésta indicaba que se trataba del segundo set y que los chicos de Nekoma llevaban anotados 10 puntos, mientras que el equipo contrario, la Preparatoria Fukurōdani, llevaban 15 puntos.

   Cuando se iba a voltear para dirigirse a las gradas, alguien llamó su nombre.

— ¿Oh?... ¡Ah, Mori-san! —la saludó sonriendo su profesor de educación física, Naoi Manabu, quien se hallaba sentado en una silla frente a la cancha junto al entrenador Nekomata— No esperaba verte aquí ¿También viniste a ver el partido?

— Naoi-sensei. Entrenador Nekomata —los saludó ella, junto con una reverencia.

   Al mismo tiempo, Airyn se encaminó hacia ellos para no tener que elevar la voz al intentar responder a su pregunta. El entrenador Nekomata no tardó en regresar su atención al partido, dado que él no conocía a la chica, ya que se encargaba de enseñarles educación física solo a los del último año.