DRAAKON |JJK| (#1)

Capítulo 10: Una probada de lo que puedo darte.

Un bostezo escapó de sus labios, en tanto caminaba por el pasillo luego de abrirle las puertas a las bestias de Suh-sahn para que salieran a hacer sus necesidades, porque era importante que las bestias salieran. De lo contrario, Suh-sahn estaría enfadada todo el día por no haberse despertado a tiempo para que sus bestias salieran y tener que evitar limpiar su mierda hedionda.

De todas formas, él ya lo había hecho. Así que Suh-sahn estaría feliz cuando despertara.

Sus pasos se detuvieron en una puerta. El lugar donde dormía Mai-kl, su amigo humano.

¿Seguirá vivo? Ese macho humano puede ser muy tonto..., Jungkook pensó.

(¡Probablemente olvidó como respirar y murió!), su dragón gritó emocionado en su interior, haciendo piruetas como cada vez que estaba feliz. Jungkook gruñó.

No estes tan feliz, es un amigo., lo regañó.

Abriendo la puerta, se movió en dirección a Michael quien descansaba tranquilamente en la cama. Jungkook se acercó a él, poniendo su dedo bajo su nariz, la respiración era normal, tranquila. Sin embargo, no se podía estar muy seguro.

Su mente trajo el recuerdo de su Michael diciendo que caería muerto apenas se acostara en la cama. El pánico creció en Jungkook y asustado, ¿Y si su nuevo amigo humano de verdad estaba próximo a morir? Puede que Mai-kl le resultase irritante la mayor parte del tiempo, pero lo había ayudado con sus dudas y había prometido ayudarlo para que Suh-sahn lo considerara como una posible pareja. Y le agradaba, un poco.

Por lo que, muy asustado, y con ambas manos, tomó a Michael y comenzó a sacudirlo bruscamente.

—¡No te mueras, Mai-kl! —gritó.

—¿Uhm? ¡¿Qué mierda?!—Michael gritó, tratando de apartarse de Jungkook. —¡Maldita sea, déjame!

Pero Jungkook no lo escuchó y siguió zarandeándolo por un buen rato, hasta que se aseguró de que Michael no se volvería a dormir.

—¿Qué mierda, amigo? —Michael lo miró enfadado. —Ni siquiera salió el sol y tú ya estas despertándome, maldita sea.

Era la primera vez que Jungkook veía al macho humano tan enojado. Normalmente, siempre estaba bromeando o usando su sarcasmo extraño incluso cuando olía a molestia. Pero ahora no era así, él macho humano destilaba el picante aroma a furia y lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Por qué estas tan molesto? —preguntó Jungkook con inocencia.

Michael lo fulminó con la mirada. —Estaba teniendo el mejor sueño con Angelina Jolie y tú me despertaste, imbécil cara de... ¡Ni siquiera se me ocurren insultos para ti ahora mismo, idiota calentón!

Después de aquello, se acurrucó en la cama de nuevo. Jungkook le dio un golpe en el brazo.

—¡Maldita sea! ¡¿Ahora qué?! —Michael quería llorar.

Jungkook se encogió de hombros. —No duermas.

—¿Por qué demonios no?

—Puedes morir.

—¿Qué?

—Tu lo dijiste. Que morirías apenas tocaras la cama. —Jungkook respondió, mirándolo fijamente. La inocencia en él casi hizo reír a Michael.

—Tengo que, seriamente, comenzar a enseñarte sobre el modo de hablar humano.

—Bah. —Jungkook se quejó, mirándolo con atención.

El tiempo pasó, en silencio, largo y lento.

—¿Vas a seguir aquí, mirándome?

—No te duermas.