Susan miró a su hermano mayor en silencio, mismo que la miraba sentado frente a ella en la mesa, mirándola fijamente mientras masticaba un bocado de su hamburguesa.
Él castaño la miraba fijamente. Dorado y esmeralda chocando en una batalla silenciosa.
La chica de cabellos rojizos anaranjados abrió los labios, cerrándolos segundos después tras Hoseok enarcar una ceja. Sus mejillas enrojecieron.
—Entonces... —Hoseok comenzó. —¿Desde cuando ese tipo esta aquí?
—Desde hace unos meses. —ella respondió. —¿Por qué me olfateaste cuando estabas convertido en ese, err, dragón?
Hoseok se encogió de hombros. —No estas embarazada si es lo que quieres saber.
Susan suspiró aliviada. —¿Y entonces?
—Pensé que tal vez podrías estarlo...—él negó. —Fue una tontería, después de todo, tú no puedes... —Hoseok apretó los labios, la expresión de su cara vuelta un poema al darse cuenta de que estaba diciendo cosas que no debía.
Susan frunció el ceño.
—Lo siento, toque un tema delicado para ti. Mierda, perdón. —se disculpó.
—¿De qué hablas? —ella preguntó.
—De tu problema, ya sabes, ese por el que te llevaron al médico a los trece años... cuando te recetaron todos esos medicamentos horribles.
—¿Qué? No sé de que estas hablando, quiero decir, es verdad que estuve yendo al medico y tome medicamentos, pero era porque sufría mucho con mi periodo y no fue mucho tiempo. Pero eso solo era porque me dolía mucho, al igual que a todas las mujeres de la familia, mamá me lo dijo.
—Oh. —Hoseok pareció comprenderlo todo, mientras miraba a Susan. Sus iris tornándose de un esmeralda intenso, al tiempo en que sus fosas nasales se ensanchaban y su boca formaba una especie de triangulo.
—¿Oh? —Susan repitió. —¿Qué quiere decir ese: "Oh"?
—Nadie te lo dijo.
—Hoseok, ¿De qué hablas?
—¡Por eso me prohibieron hablar del tema contigo!¡No puedo creer que no te lo hayan dicho! —bramó enfurecido, dejando caer su hamburguesa.
Susan miró a su hermano, aterrada. Hoseok era como un huracán con su temperamento. Era una tormenta impredecible que podía desatar su destrucción en cualquier momento, arrasando con todo a su paso, pero jamás lastimando a nadie. O bueno, a nadie que no se lo mereciera.
Un rugido escapó desde lo profundo de su pecho-un sonido que Susan nunca había escuchado provenir de él antes-, para posteriormente, patear la mesa tirando todo de esta y comenzar a dar vueltas por la cocina como un león enjaulado y enojado.
—¡Maldita sea! —Hoseok dio un puñetazo a la pared agrietándola.
Con cuidado, Susan se acercó a él y lo detuvo, colocando sus manos sobre sus hombros y posteriormente en sus mejillas, haciéndolo mirarla.
—¿Podrías calmarte? —preguntó.
—Nadie te lo dijo. —él repitió. —Nadie te dijo que no podrías tener hijos, nadie te explicó eso después de que lo supieron.
—¿Qué? —Susan preguntó.
—Eres estéril, Susan. Es por... bueno, tu ciclo menstrual es demasiado corto, dura menos de veintiún días, además es irregular, sé que hay meses en los que no te, uh, enfermas. —Hoseok trató de explicar. —Aparentemente, eso y otras cosas más causan tu infertilidad. Escuche a papá y a mamá hablar una vez, estaban preocupados y me pidieron que no hablara de esto contigo nunca porque te sentirías triste. Pensé que lo sabias, por eso jamás quise hablarlo.
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DRAAKON |JJK| (#1)
Fiksi Umum¿Podrán dos diferentes especies abandonar todo lo que conocen y entregarse al amor o se perderán en el intento?