Capitulo 25: Nuestra hora de ser feliz.

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N.a:

Perdón por tardar tanto. ╥﹏╥

Trate de, juro que trate, pero no podía escribir. Estaba simplemente bloqueada con esta historia, por lo que decidí optar por lo simple.

Así que... ¡Espero que disfruten (incluso si no es el final que todos sabíamos que queríamos)!

No los veo comentando🤨




Jungkook escapó.

Un macho draakonii dorado lo persiguió apenas entró a la enorme sala común de la nave y él escapó cobarde o inteligentemente, dependiendo de a quien preguntaras.

Jungkook era un guerrero valiente, nada lo asustaba. Pero él también era inteligente y sabía que él hermano de su hembra era capaz de lastimarlo gravemente estando enojado, después de todo, ya lo había hecho una vez cuando se conocieron.

Así habían pasado algunos días.

Jungkook escondiéndose de Hoseok, visitando a Suh-sahn y preguntando por Mai-kl, al que se habían llevado en otra nave para mantenerlo con vida debido a su estado grave.

De vez en cuando, Jungkook también jugaba un poco con la silenciosa Charr-li'-la hermana menor de Suh-sahn-, misma niña que parecía no poder, ni querer hablar.

Los pasos del draakonii fueron hasta el ala médica otra vez. Suh-sahn estaba allí, durmiendo plácidamente.

Sus cabellos rojos como el fuego estaban estirados al rededor de su cabeza, parecían suaves hilos de un fuego anaranjado, delicado y llamativo. Un color que despertaba curiosidad en Jungkook.

Los párpados con sus pestañas rizadas estaban cerrados y una expresión de paz llenaba su rostro. La piel bronceada ahora estaba pálida y las pecas en el rostro de Suh-sahn parecían notarse ahora todavía más. Ella parecía un poco más delgada también.

Jungkook inhaló profundamente.

La mujer olía a paz, a familia y hogar. Jungkook siempre buscó eso y ahora lo tenía. La tenía. Una hembra suya para amar, para adorar y proteger. Una hembra para llenar su espíritu y su corazón.

-¿Suh-sahn? -la llamó con una suavidad que era nueva para él, pero que parecía haber existido siempre cuando se trataba de ella.

Sus ojos como el oro liquido la miraron con desespero y anhelo, su mano la acarició suavemente casi temiendo romperla.

El tacto era cálido y suave contra la piel de la mujer y ella no pudo evitar, aún en sus sueños, acercarse y suspirar con el atisbo de una sonrisa en los labios.

Jungkook sonrió apenas y se inclinó hacía ella, rozando sus labios con los suyos suavemente y amando el cosquilleo que le provocó.

Jungkook la amaba. Su corazón era de Suh-sahn. Su cuerpo, su alma y su espíritu: él, era de ella. Todo de él era para ella y siempre lo sería, incluso si Suh-sahn no lo aceptaba completamente.

La Diosa Mogter le había otorgado el regalo de una pareja, Jungkook no lo despreciaría. Suh-sahn fue siempre lo que él necesito y buscó.

-Soy tuyo para siempre. -le dijo, con sus ojos llenos de una adoración, con una intensidad y infinidad de sentimientos que provocaría envidia incluso a la misma Diosa del amor.

-¿Por qué? -el suave susurró de una voz le preguntó. Era Susan, despertando.

El corazón de Jungkook latió frenéticamente, lleno de felicidad y de júbilo.

DRAAKON |JJK| (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora