Los ojos, usualmente divertidos de su amigo, la observaban con analítica frialdad y juzgadora atención. El silencio se cernía en la habitación perfectamente ordenada, mientras la incomodidad surgía en Susan de una manera que nunca pensó que lo haría, y menos con Michael, su mejor amigo en el mundo entero y una de las únicas personas que la comprendía en su totalidad, y lograba asimilar los miles de pensamientos enredados que pasaban por su mente desordenada y en ocasiones, calculadora.
Porque así era ella, alegre, infantil y viva por fuera, pero una maquina analítica por dentro, que calculaba incluso la cantidad de pasos que daba en una cuadra o las veces que parpadeaba o respiraba por segundo en relación a la situación encontrada, y que no podía comprender en su totalidad la complejidad de los sentimientos, debido a su infructuosa y casi desconocida infancia en la que no pudo gozar del amor suficiente debido a un padre maltratador y el divorcio temprano que tuvo con su madre, además de horas llenas de trabajo por parte de su madre y un ausente padre después del divorcio hasta que ella cumplió los once años y apareció lo más cercano a una figura paterna que pudo encontrar.
— Así que... —Susan murmuró, tratando de iniciar una conversación.
Su pie se encontraba sobre una almohada con una toalla que envolvía una bolsa de hielo y ella se encontraba recostada en la cama, al Jungkook no dejarla levantarse.
—¿A quién embarázate? — se aventuró a preguntar Susan, recordando que su amigo aún no se lo contaba.
— A Silver...—respondió Michael con simpleza.
—Bueno, eso es una mierda. — respondió Susan, sorprendida y herida. — No sabía que tú y Camille tenían algo.
— Ahora le gusta que la llamen por su segundo nombre, recuérdalo. —Michael dijo. — Y no lo hacíamos, solo... Estábamos lo suficientemente ebrios y calientes como para darnos cuenta en que nos metíamos o para tomar las protecciones necesarias a eso. — murmuró.
Susan asintió, pensativa.
Su mente planteando un futuro en donde Michael y su mejor amiga estuviesen juntos, como una pareja feliz. Lamentablemente, no funcionaba. Ninguno de los escenarios con ellos dos juntos funcionaba, por el simple hecho de que eran demasiado diferentes, pero al mismo tiempo iguales en algunas cosas. Por ejemplo y analizándolos desde un punto objetivo, Camille era una chica simple, sensible y demasiado suave para su propio bien, Michael, por el contrario, era un patán, demasiado ocupado con su sarcasmo ácido e hiriente, pero al mismo tiempo demasiado preocupado y ansioso por el futuro, y sobre como sus acciones y palabras repercuten negativamente en la vida de sus seres queridos. Además, ambos eran muy volátiles y explosivos, llegando al punto de enfadarse rápidamente por pequeñeces.
Ahora bien, en el mejor de los casos, ellos podrían funcionar por un tiempo, pero su relación acabaría siendo toxica y viciosa. En su primera pelea, ambos no tardarían en enfadarse y gritarse demasiado rápido —tal y como lo hacen ahora siendo solo amigos—, Camille resultaría herida demasiado rápido por algún comentario ácidos de Michael y este acabaría hundiéndose en la miseria, disculpándose profusamente, dando obsequios como siempre hace cuando se disculpa. Camille no tardaría nada en perdonarlo, estarían bien por un tiempo, pero finalmente ellos dos nuevamente no tardarían en discutir de nuevo, Michael sería un imbécil de nuevo y Camille los disculparía inmediatamente por eso, incluso si por dentro se siente destruida debido a su baja autoestima. Era una mierda insana, Susan no quería eso para ellos. No después de haberlo vívido con sus madre y padre biológico.
— Pero planeo ser responsable, aún estamos hablando sobre eso. — él suspiró. — Tengo que encontrar una manera... No quiero destruirnos con algo que definitivamente no funcionara.
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DRAAKON |JJK| (#1)
Fiction générale¿Podrán dos diferentes especies abandonar todo lo que conocen y entregarse al amor o se perderán en el intento?