DRAAKON |JJK| (#1)

Capítulo 5: Nuevo macho, nuevo peligro... tal vez.

Sus manos toscas se movían torpemente por un aparato bajo los controles, tratando de reconectar unos cables finos. Su ceño se encontraba fruncido, sus ojos brillaban de un dorado líquido intenso por causa de la frustración. Llevaba bastante tiempo tratando de arreglar aquello, necesitaba reconectar los cables correctamente y unir otras cosas con algunas otras cosas, y no podía hacerlo.

Los mocosos, Taehyung y Jimin, lo hacían parecer bastante fácil mientras trabajan. Pero él en ese momento simplemente no podía hacerlo.

Un fuerte gruñido frustrado escapó de sus labios. Sus fosas nasales ensanchándose, su mandíbula apretada.

—¡Bolas galácticas! —gritó pateando el objeto repetidamente, dejándolo aún peor.

Una intensa sensación de inquietud nació en él sin saber por qué. Su frustración apagándose en tanto diversas imágenes invadieron su mente, una señal de peligro proviniendo por parte de su kroktal. Pero no peligro del tipo mortífero, sino que de otro tipo. Este era del tipo de peligro que te avisaba que había machos cerca y al draakoniano no le gustó eso.

¿Qué pasaba si era un macho que quería dañar a Suh-sahn o aprovecharse de ella porque estaba sola? Eso no podía ser. La hembra humana estaba bajo su protección y no podía resultar herida de ninguna manera, ¿Dónde quedarían su honor y orgullo de guerrero si aquello pasaba?

Sintiendo su territorio amenazado, él alienígena se apresuró a regresar, corriendo por el bosque y deteniéndose para mantenerse oculto entre los arbustos para sorprender al enemigo. De la misma forma en que un felino mira a su presa cuando caza.

A él no le había tomado más de dos minutos regresar. Jungkook era rápido corriendo.

Por otra parte, Susan miraba con sorpresa en sus ojos esmeralda a su mejor amigo, el nerviosismo presente en ella, temiendo que descubriesen a la extraña criatura alienígena encerrada en su habitación, o peor, temiendo que apareciese Jungkook.

Michael la miraba sonriente, la alegría brillando en sus ojos. Susan, a pesar de estar nerviosa, no pudo evitar que una sensación de alegría la llenase. Él chico era su mejor amigo, uno de los más leales que existían, era su confidente y consejero, era como un hermano.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras de esa manera con esa fea cara tuya? — preguntó Michael, la burla cargada en su tono de voz. — ¿Qué? ¿Estas con un hombre? — bromeó, alzando ambas cejas sugestivamente.

Susan río, negando antes de darle un golpe a su amigo en el hombro. Golpe, que le fue devuelto de manera más suave. La chica, acostumbrada a los juegos bruscos con Michael, comenzó a corretear con él por el lugar, riendo antes de que Michael la atrapara en un abrazo, apretándola tan fuerte como pudo. Casi quitándole el aire.

Jungkook desde su lugar, miró con sorpresa la escena, sintiéndose herido y enfadado, ¿Por qué Suh-sahn actuaba así con ese macho?

Ella lo había golpeado, y luego había escapado de él para que la atrapara de la misma manera en que hacían las hembras de su manera cuando escogían a un macho para procrear. Como un juego de apareamiento.

¿Por qué Susan había hecho eso? ¿A caso no lo quería a él? ¿No lo consideraba digno de su atención aún después de pasar tiempo juntos?

Jungkook no pudo evitar compararse con él macho humano. Primero, estaba su altura, Jungkook era mucho más alto que él en su forma de dos patas. Segundo, él era obviamente más atractivo y musculoso como para complacer los ojos de una hembra, contrario al macho humano que parecía que no tenía músculos. Cualquier hembra notaría que Jungkook era capaz de ser un buen amante durante el apareamiento y de proteger a una familia con su fuerza, si tan solo lo viesen. Además, él humano macho se veía débil, mucho.