El silencio se cernía en la habitación. Jungkook observaba con sus pupilas cubiertas de oro liquido al humano, en tanto los ojos marrones de Michael miraban de Susan a Jungkook repetidamente, con sorpresa y curiosidad.
— Entonces, ¿Eres una especie de alienígena fugitivo? — preguntó Michael, jugando con los cabellos sueltos de su melena rubia en un gesto de nerviosismo puro.
Jungkook asintió, mirando al macho humano con escrutinio.
Bien, era débil, pequeño —unos centímetros más alto que Susan—, fácilmente podría rompérsele un hueso y olía a miedo, francamente, no era potencial para ser clasificado como amenaza y Jungkook estaba seguro de que la mayoría de las hembras lo descartarían como una potencial pareja, entonces... ¿Por qué le causaba tanta desconfianza?
— Joder. — silbó él de cabellos rubios. — Su, chica, ¿Qué demonios? — miró a su amiga. — Sé que eres tolerante, buena persona, y toda esa mierda, pero... ¿No notaste que podía ser peligroso? — preguntó. —¿No has aprendido nada de las películas que Edwie nos obliga a ver?
Jungkook gruñó mirándolo. Él jamás sería peligroso para Susan. Jamás.
Pero ambos humanos los ignoraron, Susan encogiéndose en su lugar y luciendo avergonzada.
— No pude evitarlo... — murmuró ella.
Michael negó con una mirada de desaprobación. — Bueno, imbécil. — frunció el ceño. —¿Sabes qué pasaría si él aterrador hombre de las nieves que tienes por hermano estuviese aquí? ¿Ahora mismo?
Susan asintió. Y Michael continuó hablando.
—Primero que nada, me mataría por estar aquí. Simplemente porque soy yo y me detesta porque envidia mi perfecto ser inútil. —comenzó a enumerar. Susan viró los ojos y Jungkook pareció confundido. —Segundo, te regañaría hasta la muerte. Matándote con las cuchillas que lanza con la mirada cuando se enoja y pulverizando tu cuerpo con sus filosas palabras inyectadas en veneno de serpiente y sarcasmo acido, para después encerrar tu débil cuerpo enclenque en tu habitación de por vida.
—¿Qué? —Jungkook pareció sorprendido, enfadado.
¿Él hermano de Susan era tan peligroso y malvado? ¿él realmente tenía un poder como ese para asesinar a las personas? ¡¿Cómo es que la delicada y frágil Suh-sahn había logrado sobrevivir en una tribu tan peligrosa?! ¡Primero eran las madres que mataban a sus hijos si se comían las bestias que criaban y ahora hermanos mayores que mataban con la mirada como las bestias de Wikay del planeta Septumbrii! ¡El planeta era definitivamente peligroso, incluso si parecía débil!
Michael se detuvo por un momento, riendo ante la notoria expresión de pánico de Jungkook. —¿Por qué tan asustado, gruñidos? ¿Tienes miedo de Jung rabioso Hoseok? —se burló. —Deberías temerle, él no perdona a nadie que trate de sobrepasarse con su pequeña e inocente Susan. Él demente cree que ella aún tiene mentalidad de niñas cuando es obvia que sabe más de sexo que un sexólogo experimentado, tan solo hay que ver lo que lee o el historial de su computadora, que, por cierto, ¿Me la prestas más tarde, Su?
—¡Vete a la mierda, Michael! ¡Solo vi porno una vez y fue por curiosidad! —Susan gritó avergonzada. Sus mejillas incendiándose tras ser expuesta.
Jungkook frunció el ceño, sin comprender demasiado de lo que decía el macho humano que decía llamarse Mai-kl.
—¿Qué es ese porno del que hablas, Mai-kl? —preguntó, olvidándose por un momento de sus preocupaciones y sintiéndose curioso. Suh-sahn nunca le había hablado de eso.
Los ojos del chico brillaron con malicia.
—Bueno, mi querido amigo.
Jungkook gruño. —No somos amigos.
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DRAAKON |JJK| (#1)
Genel Kurgu¿Podrán dos diferentes especies abandonar todo lo que conocen y entregarse al amor o se perderán en el intento?