Susan abrió sus ojos, estirándose somnolienta y dando una mirada perezosa al hombre junto a ella en la cama.
Jungkook estaba tan dormido como siempre. Y no parecía listo para despertar.
Su mano subió hasta la mejilla del hombre y lo acarició suavemente. La piel de Jungkook era suave y sin rastro de barba en ninguna parte. Jungkook era hermoso, vieras por donde lo vieras podías darte cuenta de ello.
Un hombre atractivo, valiente, descarado y dulce, Jungkook era como él tipo de hombre del que toda mujer se enamoraría sin dudar. Susan lo sabía de primera mano, porque, aunque él era alienígena, ella no pudo evitar amarlo. No pudo evitar enamorarse perdidamente de él. Incluso aunque intento no hacerlo.
Y aunque los sentimientos eran algo que Susan no comprendía en su totalidad, ella sabía que lo que sentía por Jungkook era hermoso, intenso y duradero. Ella sentía que podría hacer cualquier si tenía a Jungkook a su lado, y que podría hacer cualquier cosa por él.
Por eso mismo, también en su interior se encontraba ese miedo terrible, esa incertidumbre de saber qué ocurriría, que pasaría con ambos cuando Jungkook tuviese que irse.
¿Se quedaría con ella en la tierra? ¿O ella tendría que irse junto a él? ¿Sería capaz ella de marcharse del planeta junto a Jungkook y dejar todo lo que conocía atrás? ¿O tendría que dejar ir al primer hombre del que se había enamorado?
Aquellas dudad carcomían su corazón secretamente, mientras Susan trataban de no pensar en ello para evitar seguir lastimándose.
—Por favor, despierta pronto, Jungkook. —Susan pidió, dejando un suave beso en la mejilla del draakoniano.
Todo rastro de enojo o resentimiento hacía él ya no existía, y ahora solo quedaba una absoluta preocupación y un profundo anhelo en su interior.
Con una pequeña sonrisa, Susan se levantó de la cama. Coffe, el kroktal de Jungkook, gimió a sus pies levantándose y estirándose, dando unos lametones a los perros que dormían junto a el en suelo para despertarlos.
Los perros se quejaron mientras se estiraban y el kroktal comenzó a morderle la oreja juguetonamente a uno, provocando un gruñido de su parte, para posteriormente ambos comenzaran a jugar mientras el perro más viejo del lugar soltaba una queja y subía a la cama para acurrucarse junto a Jungkook y seguir durmiendo.
Susan soltó una suave risa al ver la escena, dejó una caricia en la cabeza del perro y dejó a los otros jugar mientras se movía por la habitación, aún adormilada.
Sintiendo el frio tocar su piel, rápidamente se vistió mientras presagiaba un día monótono como los días anteriores. Pero la sensación de que estaba olvidando algo palpitaba en su mente con fuerza.
Aun así, y por más que trataba de pensar en ello, Susan no lo recordaba.
Con eso en mente, ella caminó al baño para lavarse la cara, no siendo consiente de los dos hombres que la miraban con ojos curiosos y atentos.
Ella no recordaba porque estaba desnuda cuando despertó, pero asumió que probablemente se había quitado la ropa en medio de la noche debido al calor corporal que Jungkook le proporcionaba.
A su mente llegó la vaga imagen de un ángel con cabello naranja y una hermosa sonrisa. Además de la mirada preocupada de un hombre de cabellos negros que ella nunca había visto antes.
"Tuve un sueño tan extraño...", ella pensó mientras se lavaba los dientes.
Nunca había visto a personas como esos hombres.
—La mente puede ser bastante poderosa a veces. —murmuró, antes de enjuagarse la boca y escupir en el lavamanos, para posteriormente lavar su cara.
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DRAAKON |JJK| (#1)
General Fiction¿Podrán dos diferentes especies abandonar todo lo que conocen y entregarse al amor o se perderán en el intento?