Capítulo Seis.

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Tiempo después

Christopher Ritprasert con solo 10 años, podía jactarse de muchas cosas. Era uno de los mejores en sus estudios, le iba fantástico en deportes, le gustaban muchas cosas, tenía un hermanito que ama y es su mejor amigo, y uno más por venir del lado de su madre y su esposo, su compañero. Sus padres se llevaban muy bien y cuidaban de él y Félix. Lo único que faltaba para que todo estuviera aún mejor, era que su padre Ohm encontrará a su compañero.

Y lo hizo.

Fluke Natouch, un cambiaformas conejo con una extraña obsesión por coleccionar tazas.

Después de que intentarán (y entrarán) a la casa de Fluke, él se estaba instalando por un tiempo indefinido con ellos.

Su hogar (con papá Ohm, porque con mamá tenía otro) estaba, como la mayoría de las manadas cambiaformas, aisladas lo suficiente para que nadie extraño investigue nada pero lo suficiente cerca para llegar a la ciudad. Era una simple casa de un piso. Había una habitación de invitados, dónde se encontraba hospedando Fluke.

Desde el primer encontró de su padre con Fluke, Chris vió algo extraño. Su padre protegió demasiado al hombre que los ayudo. Un completo desconocido.

Y aunque creyó que era porque ayudo a sus dos pequeños hijos. Cuando Fluke se instalo por varios días en su hogar. El comportamiento de ambos era extraño. Miradas por aquí, toques inocentes cuando se alcanzaban el agua, medio acurrucarse en el sillón mientras él y Félix jugaban o hacian tarea. Todo era muy extraño casi se parecía como cuando...

Una luz roja se encendió en Christopher.

Como cuando su mamá estaba con su compañero cuidandolos.

Pero... ¿su papá y Fluke eran compañeros?

Chris siempre penso que una vez que encontrabas a tu compañero simplemente se unían y se amarían toda la vida. ¿Si Fluke era el compañero de su padre?¿Por qué no decían nada?¿No deberían reconocerse por sus aromas?

Ahora que lo pensaba a profundidad, no podía recordar el aroma del conejito. Únicamente cuando los encontró en su garaje libero su aroma para demostrar que su especie y calmarlos un poco.

Algo sucedía, y él lo sabía.

Abrazando más a Félix que babeaba a su lado, Chris penso en hablar con su madre y armar un plan para que Fluke liberará su aroma y pudiera confirmar si es el compañero de su padre. Era imposible que no lo fueran. Se comportaban como si lo fueran.

🐻

Acostado, rodeado de las pocas cosas que tenía, un hombre se encontraba pensando.

Le gustaba la vida junto a Ohm, Chris y Lix.  Fluke no se podía quejar. Se acoplo realmente bien a la rutina de estos.

Después de llegar a la casa del Alfa comprobaron la salud de los tres y buscaron algún daño emocional en los más pequeños. Chris estaba relativamente bien, pero Félix estaba teniendo problemas con la obscuridad y dormir solo, estaba turnandose para dormir con su hermano, padre y él.

Pocos días después de comprar que los ositos estaban perfectamente bien, ambos volvieron a sus rutinas diarias. Con el doble de protección.

Aquello provocó que Fluke no pasará sus tardes con ellos y empezará a pasarlas con Ohm.

Descubrió que era un hombre encantador. Amable, hermoso, cariñoso, ardiente, inteligente, sexy. Tenían muchas cosas en común, música, películas, comidas, hobbies, pensamientos. El Alfa no se burló del poco filtro que la boca de Fluke tenía, al contrario, siempre parecía esperar el comentario que su boca soltaría sin su consentimiento. Ni se burló de su colección de tazas, y eso fue una disputa muy grande con todos sus ex novios, ellos no toleraban su preciada colección, no la entendían ni quería hacerlo.

Dos Cachorros y su Conejito »OhmFluke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora