Es un libro necesario para aquellos que están deambulando; niños y adultos que quieren encontrarse a si mismos, y a todos los que están cansados de trabajar y ser adultos. Kim soo hyun abre el libro diciendo: "cuando me convertí en adulto, me di cue...
Cuando era joven, pensaba que el sol me seguía cada vez que iba en coche. También pensé que algún día, podría convertirme en una mujer mágica como Sailor Moon.
Por supuesto, si seguía pensando así incluso después de convertirme en adulto, me diagnosticarían megalomanía grave. Pero cuando crecí, incluso si no podía ser un héroe que salva al mundo de la fuerzas del mal, imaginaba que todavía podría ser algo especial.
Pero crecí para convertirme en un adulto normal. No tengo una vida elegante ni disfruto de una libertad ilimitada. Todavía me resulta difícil pagar la carne de res y mi aburrida vida se ha convertido en una rutina.
Pero cuando lo pensamos, el momento en que te das cuenta de que te has convertido en un adulto común y el momento en que abandonas los ideales que tenías cuando eras más joven, supongo que también es el momento en que comienza la pubertad de un adulto.
Por supuesto, ese momento puede ser amargo y triste. Pero estar libre de las fantasías y expectativas que tenía cuando era niño y vivir su vida no como una persona extraordinaria sino como una persona ordinaria podría ser nuestra tarea como adultos.
Nunca salvare al mundo como Sailor Moon ni seré profesora en universidad Paris-Sorbonne. No espero que mis compañeros de escuela estén celosos de mi vida ni que mis familiares me admiren como alguien que honra nuestra familia.
En cambio, quiero escribir, pintar y diseñar. Quiero pasar más tiempo con mi familia, aprender a nadar para poder disfrutar plenamente de la playa y expandir mi mundo conociendo personas con diferentes puntos de vista en la vida.
A pesar de muchas restricciones y falta de seguridad, mi vida no tan especial me permite todavía hacer muchas cosas. La etapa de pubertad de un adulto comienza con la aceptación de lo ordinario y termina cuando uno llena su vida ordinaria.
En ese momento, todos nos convertimos en verdaderos adultos.
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