Es un libro necesario para aquellos que están deambulando; niños y adultos que quieren encontrarse a si mismos, y a todos los que están cansados de trabajar y ser adultos. Kim soo hyun abre el libro diciendo: "cuando me convertí en adulto, me di cue...
Tuve una conversación con una compañera de lote durante nuestra orientación universitaria. Se graduó de una escuela secundaria de arte en Seúl y había varios otros en nuestro departamento de la misma escuela. Con asombro, comenté: "Es genial que A y B sean de la misma escuela y hayan llegado aquí juntos".
"No, no éramos tan cercanos".
"¿Ah, por qué?"
"Eran mi competencia".
Pensé que estaba viendo un drama adolescente.
Incluso si sigo pensando que ese amigo de alguna manera reaccionó de forma exagerada, entonces no era consciente de que el concepto de relaciones competitivas se había grabado profundamente en nuestras vidas.
Cuando era estudiante, leí algo titulado El secreto para obtener una calificación más alta. Dicho 'secreto' era elegir un rival y estudiar pensando en esa persona. Por lo tanto, también pensé en cierto amigo como un rival, pero el método no duró mucho. Fue solo temporal porque no pude encontrar el significado de derrotar a esta persona cuando hay muchas otras personas en nuestro país que son más inteligentes que yo.
Aunque fue un alivio no haber tomado en serio ese consejo, me pregunto cuántos jóvenes habrán creado un rival después de leer ese libro. Cuando deberíamos haber aprendido la base de la amistad y la confianza en el mundo, en cambio, se nos animó a crear rivales para ingresar a universidades prestigiosas y obtener altas calificaciones. Nos hizo ver a los demás no como personas en las que podemos confiar, sino como competidores. Mientras borramos nuestro sentido de comunidad, también arruinamos nuestra confianza en el mundo y en los demás.
Es por eso que incluso si Corea es una sociedad colectivista, somos los últimos en la lista de 'índice de sentido de comunidad' y 'relaciones sociales' entre los países de la OCDE. El sentido de comunidad de nuestra sociedad
es mucho más pobre que las sociedades occidentales, que han estado dominadas por el individualismo.
Significa que incluso si todavía actuamos preocupados por cómo nos ven los demás en esta fuerte sociedad colectivista, no hay confianza ni vínculo en esa relación. Todo lo que queda son piezas de individuos que se sienten solos mientras son sofocados por sus relaciones. Y esa realidad es frustrante.
Entonces, ¿qué ganamos realmente al hacer esto? ¿La relación competitiva nos llevó a tener una poderosa ventaja competitiva? No me parece.
Por ejemplo, no es que la autora Han Kang escribiera El vegetariano y recibiera un premio internacional Man Booker porque pensara en Julian Barnes o Haruki Murakami como sus rivales.
En nuestras relaciones, si alguna vez no somos capaces de soportar una sola pérdida, empezar a envidiar a nuestro primo justo cuando empieza a buscar un
propiedad, competir incansablemente para ganar, entonces puede ser que ya estemos acostumbrados a tener relaciones competitivas.
La competitividad solo nos cansa y nos pone nerviosos, pero no nos lleva a tener una ventaja competitiva sobre los demás. Tenemos que construir nuestro propio trabajo y nuestro propio mundo en lugar de pensar que los demás son nuestros rivales.
Demos también un paso más allá y recuperemos nuestra confianza en los demás y construyamos una comunidad que no cree rivales entre las personas.
Cuando decidas crear tu mundo dentro de ese espacio seguro, tu fuerza y potencial se volverán más claros.
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