Cuando Llegaste A Mi Vida

021|| ¿El armario?

Shelley

De regreso a casa ninguno de los dos dijo alguna palabra, pues ya habíamos hablado demás.

Cuando llegamos obviamente tuvimos que subir por la ventana y aquello fue un Show total. Nunca pensé que pasaría tanta vergüenza en mi vida.

Lo bueno de todo fue que finamente me pidió que me quedara a dormir con él. Al principio lo dude por un momento, pero luego mande todo a la mierda y me acosté a su lado, para unos minutos mas tarde terminar donde estoy ahora.

Su pecho.

Ambos estamos recostados mirando hacia el techo sin hablar. Es como si fuéramos tan conocidos, unidos, no lo sé que nuestras respiraciones hablan por si solas y nuestros pensamientos se conectasen.

-Shell-me llama- ¿Cómo crees que tomaría Tyler nuestra relación?

-En realidad no lo sé, pero creo que deberíamos dejar de planteárnoslo y hablarlo con él y con todos. Ya basta de solo pensarlo y preguntárnoslo. Hay que afrontar la situación.

-Se que todo esto es difícil para ti, pero-ya veo el rumbo que toma la conversación por lo que termino por él.

-¿Tienes miedo de perder a tu mejor amigo?

Se hace un silencio entre nosotros, y justo ese silencio me demuestra la afirmación a mis palabras.

-Sabes yo también temo por como sea su reacción inicial. Joder es mi hermano y no quiero que este molesto conmigo. Pero se, que el realmente nos quiere a ambos. Puede que al principio este algo molesto, pero luego estaré de acuerdo y feliz por los dos.

Sonríe.

-Siempre tienes una respuesta positiva para todo ¿verdad?
Me besa antes de poder responderle, al menos le di una corta sonrisa antes de ser succionada por sus labios.

Es un beso lento y delicado. No del tipo sensual, pero si puede encender hormonas. Una cosa lleva a la otra y cuando menos te lo esperas estas desnuda debajo de un puto dios, sintiendo la felicidad esparcirse por cada longitud de tu cuerpo.

Justo en este momento es cuando pienso.

¿Cómo no amar a este hombre?

¿Por que llamamos a esto prohibido?

Cuando dos personas se quieren así, nada es prohibido.

Me gusta el. Le quiero a el, Y ya llegados a este punto. Ambos estamos dispuestos a lo que sea por lo nuestro.

***

Siento unos golpes en la puerta y literal quiero asesinar a quien hace esos ruidos. Las personas no comprenden que dormir es sagrado.

-Eh-tocan más fuerte-Noah, ábreme.

¿Noah?

¿Ábreme?

¿Qué carajos?

Abro los ojos lentamente y literal molesta demasiado. La luz del sol golpea mi visión por lo que se me dificulta ubicar donde estoy. Esta no es mi habitación, lo tengo claro. Pero, que hago aquí.

Por un momento me vienen a la cabeza los recuerdos de anoche. Esta es la habitación de huéspedes, la habitación de Noah.
Los golpes que no han parado en unos diez minutos aún continúan igual de fuertes, sacándome así de mis pensamientos, ubicándome en que estoy desnuda en la habitación de Noah, con mi hermano en la puerta.

Estoy frita.
¡Voy a morir!

-Noah-lo llamo mientras lo toco por la espalda, pero no responde-Noah.