Los días eran cada vez más difíciles, no encontraba nada para poder comer, su cachorro estaba muy delgado al igual que él, le dolía pensar que a ese ritmo él no viviría tanto. Cada vez que pedía un poco de dinero le decían que era para drogarse o cosas por el estilo, no lo quería para eso, sólo... quería tener algo en su estómago, era difícil.
Caminó hasta una tienda observando a través del cristal toda la comida que tenían en aquel lugar, su estómago hacía ruido, se sentía débil y cansado. Se alejó de ahí al ver que Yeontan había roto las bolsas de basura en busca de algo por lo que salió casi corriendo del lugar hasta que perdió de vista a la dueña de la tienda quien lo maldecía.
Y para empeorar, la lluvia comenzaba a hacerse presente, tomó al cachorro y lo metió en su abrigo para que este no se mojara, algo que fue inútil pues el agua era más abundante ahora. Al llegar a una zona en la que podía refugiarse, se sentó, y solamente comenzó a llorar por no poder darle algo al pequeño, no tenía absolutamente nada, y verlo chillar por comida, dolía mucho.
Sus ojos se abrieron al escuchar unos pasos que se detuvieron frente a él. Gracias a las lágrimas no pudo enfocar muy bien su mirada y sólo notó a un chico que se ponía a su altura para luego extenderle una pequeña cajita con comida.
— Toma, y dale al cachorrito — sonrió llevando su mano hasta el susodicho para así acariciar su pequeña cabeza que sobresalía del abrigo de Taehyung. — Que tengas una linda tarde — se despidió para luego ponerse de pie e irse.
— ¡E-espera! — alzó la voz notando cómo el chico se detenía para así voltear a verlo — Gracias... muchas gracias — hizo una pequeña reverencia algo que el adverso copió para luego finalmente irse.
Taehyung no podía creer lo que había pasado, todas las personas ni siquiera lo volteaban a ver pero, aquel chico, hasta le había dado comida e incluso había acariciado a Yeontan. Por primera vez sintió una sensación indescriptible en su pecho, estaba feliz, conmovido y muy agradecido.
Volvió a su lugar y ahí comenzó a probar por primera vez comida después de muchos días. Yeontan también comía y se veía incluso mucho más feliz, algo que hizo llorar de nuevo al castaño.
Esa fue la primera de tantas veces que se encontraba a ese chico, era casualidad de que lo encontrara por el parque, por el centro, por todos lados. Y fue ahí cuando comenzó a sentir cierta atracción por él, aunque, sabía que era muy absurdo pues una persona cómo él no estaría con un indigente. Siempre que se encontraban, éste chico de nombre desconocido, siempre le daba un poco de comida e incluso dinero, algo que agradecía con toda su alma pero que comenzaba a darle vergüenza.
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— ¡Largo de aquí! ¡Esta ahuyentando a la clientela! ¿Es que no conoces tu lugar? Vete a cualquier basurero que encuentres — habló el guardia para luego empujar a Taehyung.
— ¡No estoy haciendo nada! No tienes el derecho a sacarme de un lugar, ¡soy una persona! — se quejó para luego volver a empujar al guardia pero sólo recibió un golpe en su rostro proveniente de este.
— Tu no eres más que un asqueroso vagabundo, y es mejor que te vayas de aquí o llamaré a la policía — amenazó.
— Maldito idiota, ¿Te crees sólo por ser un payaso que cuida una puerta? — frunció su entrecejo para luego escupir en la camiseta de este.
Al ver cómo aquel sujeto se acercaba para volver a golpearlo salió corriendo pero no pudo salvarse pues éste iba tras él y en el momento en que pudo tenerlo entre sus manos lo golpeó tantas veces cómo pudo. Las pocas personas que transcurrían por el lugar los observaban hasta que finalmente el guardia se detuvo.
— Escúchame bien, imbécil, si vuelves a poner un pie en ese lugar te mato a golpes, ¿entendiste? — acotó para luego soltar al castaño justo en un charco de agua sucia que había al lado de ellos.
Taehyung solamente frunció su entrecejo quedándose unos instantes en aquel lugar hasta que pudo ponerse de pie. Su rostro y abdomen dolía, ya era la tercera vez en la semana en que se metía en problemas. Metió su mano en el bolsillo de su chaqueta y rió al notar que si había podido robar aquella cartera de mano.
Comenzó a caminar hasta dónde siempre y justo en el camino pudo comprar algo de comida y agua para su cachorro y para él. Después de todo, siempre salía ganando en los robos que hacía, había aprendido a sobrevivir de esa manera y aunque no era la mejor, no tenía de otra.
— Hola, bebé — sonrió para luego sentarse al lado de su cachorro quien se encontraba durmiendo en una caja al lado de un contenedor de basura, el mismo de siempre — hoy pude traerte comida, ¿Te gusta? — tomó la salchicha de su pan y se la dio al perrito quien rápidamente comenzó a comerla. Él observó el pan y sin decir nada más, también lo comió.
Se recostó en la pared y observó la luna que se posaba justo encima de él, se veía tan hermosa cómo siempre y fue ahí cuando el recuerdo de aquel chico volvió a su mente y una sonrisa se dibujó en su rostro.
— Me pregunto cual será tu nombre... de seguro, es muy bonito, cómo tú — susurró para luego reír y acariciar al cachorro que se había acomodado en su regazo.
Y así fue cómo comenzó a quedarse dormido, pensando en aquel sujeto, pero también, en ese alguien que estaba buscando. No sabía si darse por vencido, ya no sabía cómo ni dónde más buscarlo.
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MEMORIES LIKE SHOOTING STARS | Taekook [ HIATUS ]
FanfictionEs difícil saber cuándo nuestra vida llega a su fin, no tenemos la capacidad de decidir qué pasará, no sabemos si hay otro lugar después de la muerte, o si nuestras almas viajan a lo impensable para volver a encontrar aquella persona que deseamos pr...