CAPÍTULO 16

182 35 27
                                    

Un mes después.

Los gemidos de dolor sonaban en el eco de aquella gran casa. Las personas que se encontraban frente a él sólo observaban cómo era castigado con golpes en sus brazos y espalda. Aquel látigo dolía demasiado e incluso podía sentir cómo si pequeñas gotas de sangre cayeran al suelo.

— ¿Ahora si ya aprendiste la lección? No debes levantar la voz hacia tus mayores. Vas a casarte con Sungi si o si. — habló su madre frente a él.

— Eso no era parte del trato... d-dijiste que... la boda se cancelaba si me alejaba de él — musitó con odio levantando la mirada hasta tener contacto visual con los adultos frente a él.

— ¡Basta ya de eso! Tú eres un hombre y debes estar con una mujer, así lo hizo Dios y lo dice la biblia — rechistó.

— Esa misma biblia dice que debes quedarte en silencio a menos de que un hombre te ceda la pa- ¡ah! — se quejó de nuevo al sentir otro golpe mucho más fuerte en su espalda.

Hoseok de nuevo se postró en el suelo tratando de respirar de mejor forma para aguantar aquel dolor. Apretó sus puños levemente escuchando a su madre que le pedía una y otra vez qué pidiera perdón a la familia de aquella chica que en su rostro se podía ver lo bien que se la estaba pasando al ver a Jung en aquella posición. 

— Jung Hoseok, por milésima vez, discúlpate.

— Déjame en paz — musitó comenzando a llorar debido al dolor tanto físico cómo mental y claro, sentimental — ¡DÉJENME EN PAZ TODOS! A MI ME GUSTAN LOS HOMBRES, SEOKJIN SIGUE SIENDO LA PERSONA CON LA QUE QUIERO ESTAR — alzó la voz — No voy a casarme con nadie que no sea él, y tú, madre, no tienes el derecho de decirme qué hacer y qué no hacer con mi vida — se puso de pie para luego señalar a la susodicha.

— Ten más respeto con tu madre.

— El burro hablando de orejas — rió sarcástico — ten más respeto tú hacia ella, ¿o quieres que le diga de una vez por todas lo que hiciste? — sonrió.

— Hoseok.

— Mamá, éste idiota... — apuntó a su padrastro — éste maldito hijo de puta se está acostando con la señora Choi, ¿no es así, Yunsi? — rió — Oh, y además, éste tipo es un degenerado que también... estuvo acostándose con tu hija — apuntó a Sungi.

— E-eso no es... n-no es cierto, ¡no le crean, sólo lo dice porque... p-porque

— ¿Porque qué, querida Sungi? Tu propia MADRE se está acostando con el tipo que te tiras cada vez que mi madre se va, ¿Creen que no me doy cuenta?, vamos, pueden preguntarle a cualquiera de los que trabajan aquí, todos ustedes son unos malditos enfermos y sólo me critican a mi por gustar de un hombre.

La madre de Jung estaba en completo shock por todo aquello, la señora Choi tanto cómo su hija estaban discutiendo.

— Cariño, eso no es cierto, llevamos 6 años juntos, ¿cómo podría hacerte yo esto? — habló aquel tipo mientras tomaba las manos de la señora Jung quien sólo comenzó a llorar por todo lo que estaba pasando.

Hoseok sólo observaba cómo aquel tonto no dejaba de decirle a su madre que todo lo que él había dicho era mentira, pero gracias a la expresión de ella, creía que esta vez por fin se daría cuenta de la persona con la que estaba casada.

— Hoseok... deja de decir mentiras — limpió sus lágrimas — esta es mi última palabra. Vas a casarte con Sungi, de lo contrario, sólo verás la noticia de que tu "noviecito" lo encontraron sin vida — amenazó — mañana mismo comenzamos con el papeleo — acotó para luego irse de aquella sala.

— ¿Qué...?

Sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas notando cómo todos comenzaban a irse de aquel lugar dejándolo sólo.  Su madre, una vez más, había preferido a su esposo, creerle a él a pesar de la reacción de las dos mujeres adversas, ahora, definitivamente, prefería estar muerto a casarse con otra persona que no fuera SeokJin.

Tomó su camiseta y con un poco de dificultad se la puso, se quejó por el dolor y simplemente se dirigió hasta su habitación sintiéndose cómo si sólo fuese un cuerpo más arrastrado por el viento hasta hundirse en un mar profundo y oscuro.  Se dirigió hasta el baño para así volver a sacar un frasco con pastillas de detrás del espejo, tomó dos de aquellas observándolas por unos segundos para luego sólo ponerlas en su lengua y con un trago de agua pasarlas. Aquellas pastillas ya no eran medicina para el dolor de la cabeza cómo su frasco lo indicaba, aquellas pastillas eran extasis. Nadie sabía de esto, y Hoseok sólo quería bloquear de su mente a él yendo a comprar droga, sólo quería... olvidarse de todo, sin saber que estaba metiéndose metiéndose un agujero muy profundo del cual ya no podría salir.

Al cabo de unos minutos comenzó a sentir los efectos de aquella por lo que con una sonrisa triste salió de aquel baño yendo hasta su cama en dónde, aún con dolor, se acostó viendo hacia el techo, las alucinaciones habían vuelto, aquella droga lo ayudaba a sentirse feliz, tener un "subidón" y sólo así poder olvidar lo que estaba pasando. Quería olvidar hasta el más mínimo recuerdo de dolor.

— Jinnie... — susurró volteando a su izquierda — lo siento mucho, y-yo... yo ya no puedo más. Llévame contigo... o sino... moriré — musitó viendo al susodicho a su lado quien sólo le sonreía. — voy a morir... sólo. 

MEMORIES LIKE SHOOTING STARS | Taekook [ HIATUS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora