CAPÍTULO 4

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Jungkook despertó gracias a la luz que entraba en la habitación, se sentó y cómo acto seguido estiró su cuerpo para luego buscar con la mirada al castaño pero no se encontraba en la habitación, algo que lo hizo preocupar un poco. Pudo escuchar al cachorro en el patio trasero por lo que eso ya daba a entender que no se había ido pero, no sabía en dónde podría encontrarse.

Pasaron unos 15 minutos cuando decidió al fin salir a buscarlo. Recorrió el parque que estaba cerca y fue ahí cuando lo vio correr a su dirección mientras era perseguido por un anciano quien lo maldecía por haber robado un poco de comida.

— ¿¡Qué estas haciendo!? — preguntó preocupado al sentir la mano de Taehyung tomar su muñeca para que también saliera corriendo.

— ¡Corre! — indicó.

Jungkook frunció su entrecejo y se detuvo logrando que el castaño también lo hiciera, observó la pequeña caja con donas por lo que suspiró al ver  la intención del adverso. Éste sólo sonrió y lo puso en las manos del azabache.

— Lo traje para ti, es... un regalo — habló algo agitado.

— Taehyung... no debes robar, esto no está bien — musitó viendo la caja en sus manos para luego levantar la mirada al mayor.

— Por favor, acéptalo, quiero agradecerte por... lo de ayer.

— No debes robar — musitó el azabache para luego meter su mano en sus bolsillos buscando algo de dinero. Al hacerlo regresó hasta el puesto de pastelillos para así disculparse con el anciano y pagar por la caja.

Taehyung frunció su entrecejo para luego sentirse avergonzado por haberlo hecho pasar por aquello. Al verlo regresar solamente se quedó en silencio escuchando los regaños de éste mientras caminaban a casa de nuevo. Se sentía apenado, pero, en serio quería darle un regalo, no tenía dinero y siempre había robado así que... era la única forma de dárselo.

— ¿Me entendiste? — preguntó viendo un poco enojado al castaño para luego abrir la puerta cuando este asintió.

— Lo siento... — musitó aún cabizbajo.

— Está bien, ya pasó, ahora sabes que no debes hacer aquello, ¿bien? — sonrió — Ahora, ¿Te gustaría ayudarme a preparar algo para cocinar? Tú lees la receta y yo busco las cosas — indicó. 

— Y-yo... no puedo

— ¿No puedes? Hm, bueno, si no quieres... entonces lo haré yo só-

— ¡No! En realidad quiero ayudarte pero... — rascó su nuca — no sé leer... — balbuceó avergonzado.

Jungkook se quedó observándolo por unos segundos y luego sonrió para así acercarse hasta el más alto. Puso sus manos sobre las de él logrando crear contacto visual, algo que hizo sonrojar al castaño instantáneamente.

— ¿No sabes nada de nada? — ladeó su cabeza levemente haciéndolo ver cómo un tierno cachorro. Taehyung negó. — Bien, tienes suerte — rió — trabajé siendo profesor hace un tiempo así que tengo todo lo necesario para poder ayudarte — llevó su mano por inercia a la mejilla del mayor — vas a aprender de todo, aunque no te guste, aún así debes aprender — rió de nuevo.

— ¿H-harías eso por mi? Yo... en serio, es...

— No te preocupes, también... — se quedó pensando por unos momentos — ¿Has escuchado a alguien tocar el piano? A mi me gusta demasiado, así que... puedo enseñarte también — sonrió — ¡Te enseñaré de todo! — día un pequeño salgo, algo que hizo enternecer al castaño.

El susodicho sin pensarlo soltó la mano del azabache para así poder abrazarlo, algo que hizo alterar los corazones de ambos. Jungkook solamente sonrió sintiendo sus mejillas totalmente rojas y calientes para luego corresponder al abrazo. Por otro lado, Taehyung sentía esa conexión entre ambos, era cómo si ya lo hubiese abrazado antes, su cuerpo era tan suave y delicado, tan delgado que cabía perfectamente entre sus brazos en dónde ambos corazones latían al compás del otro.

Al separarse Taehyung sonrió apenado para luego sólo seguir al azabache hasta la habitación en dónde tenía aquel instrumento y muchas cosas más. Le explicaba lo que harían en sus tiempos libres, estaba tan feliz de tener aquella ayuda. Se sentía tonto por ni siquiera saber leer pero, era algo que nunca pudo aprender gracias a su afán de viajar y buscar a la persona de sus sueños.

Ambos chicos comenzaban a divertirse mientras comían de las donas que anteriormente Taehyung había querido robar. Se sentía aquella hermosa armonía, ambos creían sentir algo totalmente nuevo pero que a la vez ya hubiesen sentido tiempo atrás, no sabían cómo explicarlo, pero, la conexión que ambos tenían era bastante linda e increíble.

El timbre sonó. Jungkook salió para ir hasta la puerta en dónde recibió a aquella persona, alguien  que le causó curiosidad a Taehyung por lo que nuevamente, el castaño los presentó.

— Taehyung-ah, él es uno de mis mejores amigos — sonrió.

El rubio entró a la sala por lo que extendió su mano hasta el castaño. Taehyung nuevamente sintió una vibra bastante extraña, no era cómo con Jungkook o su hermano el día de ayer, era algo cómo... si le tuviera miedo.

— Mucho gusto, mi nombre es Jimin, Park Jimin.

MEMORIES LIKE SHOOTING STARS | Taekook [ HIATUS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora