CAPÍTULO 5

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Taehyung se mantuvo en su habitación hasta que el amigo del azabache se fuera. Seguía sintiéndose incómodo y esto incrementó al momento en que el rubio había comenzado a sonreírle de una forma tan coqueta. No estaba acostumbrado a aquello ya que siempre había recibido rechazo de las personas, todo era nuevo para él.

Al cabo de unos minutos escuchó la puerta ser tocada para luego abrirse y mostrar al chico detrás de ésta. Una sonrisa se formó al instante pero rápidamente disimuló viendo hacia su cachorro quien recibía de una manera tan alegre al menor.

— Pensé que volverías, no te... agradó él, ¿cierto? — habló en un tono apacible mientras se sentaba al frente en aquella cama.

— N-no es eso... sólo no quería incomodar — mintió.

— No incomodabas, incluso dijo que le pareciste muy apuesto — levantó dos veces sus cejas mostrando una sonrisa que sólo hizo reír al adverso — Tranquilo, si no te sentías bien estando ahí, estás en tu libertad de irte.

— Gracias... — musitó.

El azabache lo observó por unos segundos notando lo tímido que estaba nuevamente, algo que se le hizo bastante tierno pero no habló sobre eso ya que no quería avergonzarlo más de lo que se encontraba.

Se acercó y llevó sus manos hasta el cabello de Taehyung logrando que este se sonrojara, podía sentir su corazón latir tan rápido que incluso lo asustaba. Observó cómo éste tocaba su cabello de una forma tan suave y delicada que quería acostarse en sus piernas y ser mimado por el resto del día.

— Me gusta mucho tu cabello — susurró.

Kim no pudo contenerse y sólo se acercó para así estar frente a frente logrando sentir la respiración contraria. Jungkook entró en un pánico interior al tenerlo tan cerca y mucho más cuando las manos de este se posaron en su cintura.

— T-taehyung... qué... — tartamudeó.

El susodicho sólo sonrió y finalmente lo abrazó apoyando su cabeza en el hombro del menor quien luego de unos segundos comenzó a dar suaves caricias. Ambos cerraron los ojos y sólo disfrutaron del bello momento que compartían. Taehyung podía sentir el aroma de éste un poco más fuerte gracias a su cercanía y ahí fue cuando sus ojos se llenaron de lágrimas inconscientemente. Por alguna razón había tenido un "recuerdo" de la persona que buscaba, su aroma era tan único y... Jungkook lo poseía.

Por otro lado, el susodicho solamente sonreía sintiendo aquel momento tan familiar, cómo si ya hubiese pasado tiempo atrás. No recordaba nada pero tenía ese sentimiento de haberlo presenciado en algún punto de su vida.

—  Hyung... debemos ir a limpiar tu herida — musitó con la voz un poco temblorosa. 

Al separarse ni siquiera le dio una última mirada. Caminó un poco rápido hasta el baño en dónde limpió sus lágrimas, ninguno de los dos sabía la razón de por qué lloraban, pero sus almas sí lo sabían.

Al cabo de unos minutos el castaño llegó y se sentó en una pequeña silla de plástico que había en aquel baño. Observaba detenidamente lo que el menor hacía y sonrió al ver lo delicado que era con él. Aunque sabía que en algún momento, quizás cuando su herida sanara, debía irse.

— Bien, te va a arder sólo un poco, ¿de acuerdo? Debemos limpiar muy bien esa zona — explicó para luego tomar la gasa con un poco de agua salina y ponerse de rodillas frente a él. — Si te duele, puedes apretar mi hombro — rió un poco.

Taehyung puso su mano en él y sólo sintió cómo poco a poco comenzaba a quitar la anterior gasa para así limpiar. Un gemido de dolor sonó en aquél silencioso cuarto de baño, sentía que estaban echándole ácido, muy exagerado de su parte.

— J-jungkookie... para, ya no aguanto más — pidió apretando el hombro de este mientras fruncía su entrecejo. El susodicho hizo caso omiso ya que si no hacía aquello, no iba a quedar cómo esperaba.

— Espera... es que esto es muy grueso y no cabe muy bien — respondió tratando de limpiar bien la herida.

Taehyung echó su cabeza hacia atrás sintiendo cómo si se fuera a desmayar por el dolor. Estaba sintiendo mucho más que cuando aquel idiota lo había cortado. Estaba "sufriendo".

Por otro lado SeokJin finalmente había llegado a casa, se le hacía raro que todo estuviera tan silencioso así que comenzó a llamar a su hermano, quien no contestó.

— Jungkook, ¿dónde es-

Se quedó en completo silencio al ver a ambos en aquel baño, sus ojos se abrieron un poco más más ver a su hermano de rodillas frente a Taehyung quien se encontraba sin camisa y con una expresión... muy... extraña. Su mente comenzó a dar mil vueltas y paró en la idea menos acertada para el momento.

— Jungkook, ¿qué mierda crees que haces? — habló molesto llamando la atención de ambos chicos que sólo voltearon a verlo de forma inocente.

Ahí pudo ver cómo en realidad su hermano estaba curando la herida del otro chico y no... lo que su mente había creado.

— ¿Qué te pasa? ¿Estás borracho otra vez? — preguntó con notorio enojo pues ya había encontrado la forma de poder hacer mejor su limpieza en aquella herida. — Bien, hyung, debes aguantarte otra vez. Agradecele a éste tonto — suspiró girando sus ojos para luego volver a lo que antes hacía.

SeokJin muy avergonzado solamente se fue de ahí hasta su habitación. Estaba pensando muchas cosas, estaba abrumado por su trabajo que incluso pensaba en doble sentido.

— Bien, listo, el sangrado ya paró, eso es bueno — musitó Jungkook poniéndose de pie para así comenzar a guardar sus cosas.

El castaño solamente agradeció y luego comenzó a pensar en lo que minutos atrás había pasado. No entendía por qué el hermano de Jungkook había hecho eso. Era raro, pero prefería no preguntar.

— ¿Quieres venir a hacer las compras conmigo?

— ¿Yo? — preguntó el castaño un poco sorprendido.

— Obviamente, hyung — rió — pero... hmm, hay mucho frío ahora. Ven, te pondré ropa más abrigada — sonrió tomando la mano del castaño para luego ir hasta su habitación.

— No es necesario, Jungkook, yo... puedo ir así, estoy acostumbrado — habló apenado viendo cómo el menor le ponía aquel abrigo.

— Mientras yo esté aquí, tú vas a estar más protegido que nunca, ¿de acuerdo? — habló mientras subía el cierre de la prenda — No quiero que llegues a tener un resfriado — musitó.

— ¿Por qué haces todo esto por mi? Sólo... soy una carga. Siempre me lo dijeron — suspiró. 

— Pero para mi no, y quien se atreva a decirte eso se las verá conmigo — frunció el entrecejo junto con un puchero, algo que hizo reír a los dos.

Luego de unos minutos, ambos finalmente salieron. Taehyung no podía despegar su mirada del azabache en todo el camino pues éste le hablaba de algunas cosas, su corazón se sentía tan cálido y protegido cuando se encontraba a su lado.

MEMORIES LIKE SHOOTING STARS | Taekook [ HIATUS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora