2 semanas atrás.
La mirada de Hoseok permanecía totalmente seria, apretaba por algunos segundos su mandíbula tratando de contener aquellos sentimientos tan fuertes que estaba teniendo. Observaba al mayor sin decir una palabra, sólo escuchando lo que él decía.
— N-no puedes hacerme esto... ¿qué hice? P-por... — tomó aire para así tranquilizar su llanto — ¿Por qué me haces esto? ¿Desde cuándo?
— Hace... un par de meses.
— ¿¡Pero por qué!? Te di todo de mí, te amé cómo nunca hice con nadie más. Éramos tan felices, por qué... — limpió su lágrimas — seré mejor, voy a trabajar más, ya no te avergonzaré frente a todos, esto no puede estar sucediendo... — se acercó un poco más — entonces aquella noche... ¿todo fue falso? — mantuvo la mirada — sabes lo inseguro que soy con mi cuerpo, y te mostré cada parte de mi, pensaba que realmente me amabas.
— Yo también lo pensaba — musitó — pero las cosas cambian. Sungi llegó a mi vida hace un tiempo y con ella sentí lo que contigo no — sintió la mano de la chica detrás de él tomar la suya por lo que entrelazó sus dedos— Lamento que te enteres así, pero... es mejor que te des cuenta tú mismo, no estamos hechos el uno para el otro. Ni siquiera sé por qué... pasó esa noche.
— Me dijiste que me amabas...
— Eres malo para mi vida, SeokJin. Y-yo... — tragó saliva — ya no te amo más
— Hoseok... — musitó la pelirroja tras él.
— Debo irme, SeokJin. Por favor no me busques más y olvida todo lo que pasamos, esos 2 años ya no son nada para mi — acotó para así darse la vuelta y caminar de regreso por el gran jardín que daba a su casa.
El susodicho quedó totalmente destrozado, cayó de rodillas delante de aquel lugar sintiendo su corazón partirse en miles de pedazos, creía sentir cómo si miles de cuchillos se clavaran en su pecho. La persona que más amaba... lo había hecho trizas.
Hoseok al ya estar bastante lejos soltó bruscamente la mano de la chica para así caminar con lagrimas en los ojos hasta la puerta de su casa en dónde sus padres lo esperaban con una sonrisa.
— Lo hice... ahora... — tragó saliva — hice mi parte del trato, así que la boda se cancela, no le harán daño, ni a él, ni a su hermano — mantuvo la mirada llena de dolor.
— Me llenas de orgullo, hijo, ese pobretón no era bueno para ti.
— ¿Tú qué sabes qué es bueno para mí? — frunció el entrecejo para luego tomar del cuello de la camisa a su padrastro — Tú ni siquiera eres parte de la familia.
— ¡Hoseok, suéltalo! Deja tus ridiculeces, ¿qué ibas a obtener de ese tipejo? — exclamó con desagrado su madre — Es mejor que no nos des problemas o ya sabes lo que le pasará a ese idiota — amenazó.
El susodicho soltó al adverso para así sólo ver con odio a ambos y luego dirigirse hasta su habitación no sin antes empujarlo al pasar. Sus lágrimas fueron cada vez más al recordar la mirada de su ahora... ex novio. No tenía otra opción, no quería que su madre les hiciera daño, ya había sucedido en el pasado con otras personas que no eran de su agrado, no quería arriesgar a SeokJin y tampoco a su hermano.
Tomó su teléfono y al desbloquear la pantalla pudo ver la foto del susodicho. Su corazón dolía, estaba dejando ir a la persona que amaba y a la que creía ser el amor de su vida por el peligro de que su familia tomara cartas en el asunto.
— Te amo, te amo mucho — susurró viendo aquella foto — te amo cómo no tienes idea, Jinnie — sollozó — perdón... soy un imbecil, pero no puedo dejar que te hagan daño por mi culpa...
Se puso de pie y fue ahí cuando caminó hasta el baño tomando unas pastillas que estaban detrás del espejo. Sus manos temblaban y su rostro era todo un desastre, se observó por unos segundos mientras escuchaba el agua caer del lavabo. Puso 6 pastillas en la palma de su mano para luego llevarlas a su boca en dónde pudo tragarlas con un poco de dificultad. Tomó un poco más y siguió tomándolas hasta que comenzó a sentir que todo su alrededor comenzaba a dar vueltas, se sostuvo del lavabo frente a él sin quitar la mirada de su reflejo hasta que después de unos minutos cayó desmayado e incluso golpeando su cabeza fuertemente contra el suelo.
Ese fue el primer intento de suicidio que Jung había tenido. Para su "mala suerte" la mujer del aseo lo encontró y fue ahí cuando alertó a sus padres quienes lo llevaron de urgencias al hospital en dónde lograron hacerle un lavado estomacal a tiempo. La segunda vez quiso dispararse a la cabeza con el arma de su difunto padre, la misma con la que él se había suicidado; al jalar el gatillo escuchó el chasquido de esta pero nunca el disparo. Su madre se había deshecho de las balas que el arma contenía al igual que las recargas.
Ya no sabía qué hacer, tenía miedo de morir pero ¿Qué sentido tenía si no podía estar con SeokJin? Ser separado de la persona que más amaba era lo más horrible que le había pasado en su vida, y... el sólo recordar la mirada de éste al momento de decirle que todo había terminado... lo impulsaba a querer matarse de una vez por todas.
En esos días, encontró una forma en la que podía desahogarse. Cortar sus muñecas tan fuerte cómo pudiera, quería morir, pero siempre había algo o alguien que lo detenía y sólo hacia que aquellos intentos de suicidio, siempre fueran un fracaso. Su vida era una total mierda, y la única persona que lo hizo querer vivirla... ahora seguramente lo odiaba, no podía vivir con ese sentimiento.
Quería morir.
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MEMORIES LIKE SHOOTING STARS | Taekook [ HIATUS ]
FanfictionEs difícil saber cuándo nuestra vida llega a su fin, no tenemos la capacidad de decidir qué pasará, no sabemos si hay otro lugar después de la muerte, o si nuestras almas viajan a lo impensable para volver a encontrar aquella persona que deseamos pr...