Jungkook tranquilamente regaba las plantas que estaban alrededor de su casa. Hacer aquella actividad lo relajaba y más cuando debido a los problemas de su enfermedad se alteraba e incluso llegaba a tener ataques que lo hacían deprimirse.
Observaba atentamente cada una de las flores para así quitar los pétalos marchitos y luego arreglaba lo demás. Una actividad que había aprendido días antes gracias a que su hermano había conseguido aquellas plantas.
Todo parecía ir bien hasta que pudo escuchar el sonido de una botella de vidrio quebrarse. Rápidamente se giró y con algo de miedo observó a la mujer que se encontraba parada a unos metros de él. No sabía quién era, no reconocía su voz y mucho menos su rostro.
— Jungkook... ¿está SeokJin?
El susodicho se quedó en silencio y fue ahí cuando a su mente vino lo de que no debía hablar con extraños y tampoco darles información sobre ellos dos. Tragó saliva y sólo se mantuvo observándola pensando en cómo entrar a la casa, estaba comenzando a ponerse nervioso y no era bueno.
— Maldito mocoso, te estoy hablando, ¿está SeokJin o no?
— Váyase, no sé quién es usted, por favor. O tendré que llamar a la...
— ¿¡No sabes quien soy!? — preguntó indignada — Soy tu madre y... — suspiró.
Fue ahí cuando desvió la mirada pensando en que si realmente su hijo mayor no se encontraba ahí sería más fácil obtener dinero del menor. Estaba desesperada, necesitaba poder pagar muchas cosas y entre ellas... tener dinero para su nueva pareja.
— Jungkookie — sonrió acercándose poco a poco — soy tu madre, ¿si?, vine a ver a mi pequeño... quise saber cómo estabas. Seokjin me dijo que te diera un vistazo así que...
— ¿Él lo pidió?
— Claro, me llamó hace rato así que ya estoy aquí, pero no puedo quedarme tanto tiempo — llevó su mano la de su hijo — y necesito un poco de dinero para volver a casa con tu padre y...
— ¿Papá? — sonrió — ¿Papá está en casa? Yo quiero ir a verlo, por favor llévame.
Aquella mujer aún con una sonrisa observaba al menor sintiendo coraje en su interior. ¿Se acordaba de un muerto y no de ella que le dio la vida?
— Oh claro, pero primero debo ir a preparar unas cosas así que necesitaba un poco de dinero. Ya sabes, para hacerle su comida e ir por unas cosas. De casualidad... ¿tú no tienes un poco que puedas prestarme? — acarició el cabello adverso — prometo que Papá vendrá a devolvértelo él mismo.
— ¡Si! Espera aquí, iré por él — respondió emocionado para así adentrarse a aquella casa y buscar entre sus ahorros todo lo que tenía.
Aquella mujer sabía perfectamente cómo manipular a Jungkook, no le dolía, más bien le causaba gracia en verdad. Un niño enfermo creyendo que su padre muerto iba a volver... parecía un chiste para ella.
— Aquí está — sonrió — dile que venga a las 6, quiero que coma con Hyung y conmigo. Estaré esperándolo.
— Si, se lo diré — contó el dinero — bien, es momento de irme, hablaré con él y vendrá a esa hora — sonrió para luego meter el dinero en el bolsillo de su sudadera para luego girarse y comenzar a caminar cada vez más rápido. No quería encontrarse con nadie.
Jungkook al perderla de vista no pudo no sonreír por tanto tiempo. Ya eran las 4 y su hermano llegaría pronto así que sería bueno que todos pudieran tener una cena agradable. Se adentró a su hogar y ahí comenzó a ponerse su delantal para no manchar su ropa pero justo en ese momento... tuvo un choque mental que lo hizo entristecer. ¿Cómo se cocinaba? ¿Por qué no podía hacer lo que llevaba haciendo por tanto tiempo?
Tomó su teléfono y sin esperar tanto marcó a su mejor amigo quien después de unos segundos contestó. Éste al escuchar a su amigo llorar pidiéndole que le ayudara en algo no dudó ni un momento en dejar a cargo la tienda a sus dos compañeros para así correr hasta la casa del menor.
No podía entender lo que éste decía debido al llanto por lo que se preocupó.
Al cabo de unos 5 minutos llegó, abrió la puerta y se adentró encontrándose a Jungkook llorando en una silla.
— Hey, ¿qué sucede?, ¿qué pasó? — preguntó acercándose a él para así hacer que quitara sus manos de su rostro.
— Yo... — sollozó — yo no sé qué hacer — balbuceó.
— ¿Qué hacer? ¿A qué te refieres? ¿Ibas a cocinar? — preguntó observando la vestimenta del adverso el cual asintió.
— Papá vendrá a comer con Hyung y conmigo, quiero hacerle su comida favorita pero... — tomó aire — n-no sé cómo se hace. Lo olvidé hyung...
— ¿"Papá"? — musitó frunciendo levemente su entrecejo — ¿quién te dijo... eso?
En cuanto este comenzó a contarle lo que había pasado momentos antes sintió su sangre hervir de rabia. Era increíble cómo aquella mujer se hacía llamar su "madre" para quitarle su dinero y aparte mentirle sobre que el señor Jeon llegaría. Era tan cruel... ¿por qué se aprovechaba así de su hijo?
— Ya, tranquilo — susurró abrazándolo — necesitas calmarte, también deberías dormir un poco. Vamos, te acompañaré — sonrió poniéndose de pie para así tomar al menor de la mano pero este se negó.
Al final terminó llevándolo a la sala en dónde después de unos minutos viendo la televisión, se quedó profundamente dormido.
Lo observó por unos momentos para luego sólo sentarse a su lado y sentir sus ojos llenarse de lágrimas. Jungkook no era un niño, no actuaba cómo uno, sabía muchas cosas pero también se le olvidaban muchas más, era un problema que se desarrolló con el tiempo y al parecer no había cura, no obstante, no tenía ningún otro síndrome que lo hiciera tener una mentalidad infantil, pero si una muy manipulable.
Odiaba que se aprovecharan de él y mucho más si se trataba de aquella mujer que nunca había estado a su lado y sólo lo buscaba cuando le convenía.
Al cabo de unos 30 minutos SeokJin finalmente llegó por lo que estacionó el auto frente a la casa para luego caminar hasta la puerta. En cuanto puso su mano sobre el pomo de esta quiso girarlo pero no le había dado tiempo pues alguien más al interior de su hogar ya lo había hecho.
— ¿Qué estás...
— Necesitamos hablar — respondió rápido Park.
— Si veniste a molestar sabes que no tengo tiempo — habló cansado Jeon.
— No vine a molestar — frunció su entrecejo — tu madre vino y le robó a Jungkook. Además de eso... le hizo creer que tu padre aún sigue vivo y vendrá.
El mayor al escuchar aquello frunció su entrecejo y apretó su puño levemente.
Esa mujer no se cansaba de dar problemas.
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MEMORIES LIKE SHOOTING STARS | Taekook [ HIATUS ]
FanfictionEs difícil saber cuándo nuestra vida llega a su fin, no tenemos la capacidad de decidir qué pasará, no sabemos si hay otro lugar después de la muerte, o si nuestras almas viajan a lo impensable para volver a encontrar aquella persona que deseamos pr...