Capítulo 36

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Me despierto de muy buen humor, parece que la charla con Alex consiguió eliminar esa sensación que tenía en mi estómago y no me dejaba tranquila, aunque ahora mismo es otra la que me deja sin apetito.

Alex juega hoy la semifinal y el Señor Black va a ir a verle, puede que ese partido cambie toda su vida. Me encantaría llamar para contárselo, pero eso solo hará que aumente sus nervios y es lo que menos quiero en estos momentos.

Me asomo por la ventana y veo el mar agitado a causa del viento, tal vez no sea mala idea salir a navegar un rato para despejar completamente mi mente.

Tardo apenas unos segundos en cambiarme y salir por la puerta.

El viento en mi cara mientras la tabla sube y baja debido a las olas hace que los músculos de mi cuerpo se destenses, definitivamente tantas emociones no son buenas.

Una vez que estoy completamente relajada y tengo la mente despejada decido volver a la orilla.

Dejo caer las cosas en la orilla y me siento junto a ellas. El mar esta parecido a mis sentimientos, todos revueltos, tanto que parecen un caos, pero aun así tienen su propio orden y sentido dejando un paisaje maravilloso que observar y con miles de secretos por descubrir.

-Sabía que estarías aquí - me dice Alex a la vez que se sienta a mi lado.

-Lo raro es que tú no estuvieras con las olas que hay.

-He estado ocupado entrenando y prefería pasar el tiempo contigo.

-Muy cursi por tu parte - comienzo a reírme - pero puedes tener tiempo para hacer las cosas que te gustan y estar conmigo.

-Si hicieras surf las cosas serían más fáciles.

-Buen intento, pero vas a necesitar más que eso para convencerme.

-Tampoco perdía nada por intentarlo - se encoge de hombros.

-Me voy a marchar ya, mis abuelos necesitaran ayuda para hacer la comida ¿nos vemos esta tarde?

-No puedo, pero nos veremos en el partido - al oír esto sonrío como una idiota.

Genial Paula como seas así de obvia siempre, vas a estropear todas las sorpresas.

-Bueno pues ya nos veremos en el partido - intento disimular sin éxito alguno.

-Estas bastante rara mofletes - sonríe.

-Creo que yo podría decir lo mismo de ti - su expresión cambia de repente y eso hace que salten mis alarmas.

Después de cerrar el tato de ayer el abuelo decidió darme el día libre, además por lo que me dio a entender, en unos días él y otros miembros importantes de la empresa se iban a marchar de la cuidad para visitar a un nuevo inversor.

Por la tarde llamo a Maya, lo que menos me apetece es quedarme aquí tirada mientras me comen mis propios pensamientos.

Oscar y Javi no están asique supongo que Alex estará con ellos y hayan decidido por fin tener un día solo de chicos.

-Ayúdame a preparar las cosas para la fiesta de esta noche - me dice Maya.

-¿Qué fiesta?

-La que vamos a organizar - pongo cara de sorpresa - pensé que mi hermano ya te habría avisado a estas alturas.

-Pues no lo ha hecho.

-Seguramente es por que anda muy estresado con el partido, se juega demasiado.

-Y tanto.

-¿Qué has hecho Paula?

-¿Por qué crees que he hecho algo?

-Nos conocemos lo suficiente como para saber diferenciar tus tonos de voz y ese claramente es de que escondes algo.

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