⪼Capítulo 18⪻

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El sonido del mar los envolvía a medida que se acercaban a los acantilados.

—Fue super fácil para mí adaptarme a este clima. No llueve demasiado, sino la cantidad necesaria. Hemos vivido en lugares donde prácticamente no había sol, y nosotros podemos tolerar el sol, así que, ¿qué sentido tenía vivir en un lugar que lloviera todo el tiempo? Bueno, en realidad, Liv, mi novia —aclaró—, ¿la has visto no? La francesa de ojos azules... La mujer más hermosa que verás en tu existencia, perrito.

Harry debería practicar como poner los ojos en blanco en su forma animal. Sospecha que podría vomitar en cualquier momento si el vampiro continuaba hablando sin parar.

»Liv no es diurna como nosotros, eso me apena mucho —explicó con pena—, no poder compartir con ella tal vez... un amanecer o un atardecer en la playa. Los días nublados como hoy, sí puede asomarse al exterior. Pero la mayor parte de los días, debe pasarlos dentro de la casa para que el sol no lastime su piel. Quisiera viajar a Budapest con ella para que pudiera tomar del cáliz. Bueno, en realidad, no lo tomaría, debería punzarse apenas con la daga y dejar que el cáliz alcance su sangre. ¿Te ha contado Louis acerca del cáliz? Wow, fue increíble —hizo silencio por unos segundos—, tampoco sé si todavía el cáliz se encontrará en Budapest. —Frunció los labios, pensativo.

El lobo resopló molesto. "¿No te callas nunca?"

El irlandés se giró hacia el lobo —¿Siempre eres tan insolente?

"¿Siempre eres tan insoportable?" —Retrucó.

Se mofó antes de responder. —Harán una pareja maravillosa con aquel viejo amargado.

El de melena blanca se giró con rapidez hacia el vampiro, resoplando molesto por aquellas palabras.

—¿Qué? No te hagas.

El lobo lo ignoró. Al llegar a los bordes del acantilado, explicó: "Aquí desaparecieron"

Niall se adelantó, observando la tierra a sus pies. Intentó captar alguna esencia, pero era imposible, hacía algunas semanas que los visitantes pasaron por allí.

—¿Cuántos eran? —preguntó con interés, otorgando la importancia que merecía la situación.

"Dos, saltaron desde aquí"

—¿Y desde entonces comenzaron las visitas? —Se asomó por el acantilado, observando el mar metros abajo.

"Si... Pero el hombre fue el que más llamó mi atención. Él tenía... un alma sucia... No lo sé, fue extraño"

—¿Lo sentiste por tu instinto, o por tu don? —mencionó con naturalidad, quitando los ojos azules del mar, caminando hacia atrás, acercándose al lobo que al escucharlo, lo miró atentamente.

"¿Perdón?"

—Ya me escuchaste.

"¿Cómo lo sabes?"

—Es una pregunta estúpida, Harry.

El lobo resopló molesto. Maldito chupasangre vidente.

—¿Realmente tengo que repetirte que no soy vidente? —rodó los ojos con exageración—, solo leo mentes. De hecho... —Frunció los labios en una mueca—. Podríamos decir que eso... es lo que tú eres.

El lobo se sobresaltó ante eso. "No lo soy"

—Si, lo eres —aseguró amablemente—. Tienes la capacidad de ver lo que aún no es visible para todos, ¿cómo crees que eso se llama?

El lobo llevó las esmeraldas al horizonte, observando la que pareciera una línea infinita de agua frente a ellos. "No lo sé, jamás pensé en darle un nombre, solo sucede naturalmente"

Fire on Fire [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora