⪼Capitulo 1⪻

11.2K 1K 713
                                    

Londres, año 1893.

Sus pies corrían con rapidez por las calles colmadas de nieve, apenas iluminadas por unas viejas y desgastadas farolas. Su corazón latía extremadamente fuerte, doliendo en su pecho debido al empeño de salvar su vida. Los tirantes de sus pantalones se enredaban en sus rodillas, pero aún así, no podía detenerse.

Estaba seguro de lo que acababa de ver, también completamente seguro que ese monstruo, lo había visto.

Tuvo mucha razón esta mañana al despertar, de que hoy no debería haber salido de la cama. Tal vez una premonición o un sexto sentido presagiando una desgracia.

El peligro se aproximaba, acechándolo ferozmente, y Louis estaba perdiendo el aliento, las fuerzas para continuar corriendo, para huir de la mujer que lo había visto metros atrás. No tenía dudas, lo había visto con sus propios ojos... aquella mujer estaba mordiendo el cuello de ese hombre...

⪼⪼⪻⪻

El débil sol de una tarde de invierno, que egoístamente se había dejado ver solo unas pocas veces en el día, se escondía en el horizonte pintando el cielo de un bello anaranjado. Cansado a causa de su trabajo en la fábrica de calzados, Louis caminaba lento y despreocupado por las calles colmadas de nieve, que no daba tregua con la insolencia de su presencia sobre ellas.

Desde que su padre había fallecido por causa de la fiebre amarilla que contrajo en la guerra, Louis había debido tomar su lugar y responsabilizarse por el bienestar de su madre y de su pequeña hermana.

Sus pies hinchados le dolían, los sentía tan cansados por causa de permanecer de pie la mayor parte del día. Sus zapatos no eran demasiado gruesos y la nieve llegaba a colarse por ellos, congelándolos, pero no podía darse el lujo de un calzado nuevo, no cuando el último mes había comprado calzados para su hermana y su madre. Sin embargo, no se permitía perder el buen humor, se mantenía positivo y alegre a pesar de todo.

Mientras caminaba, entonaba una suave melodía que acompañaba con el chasquido de sus dedos, pero un grito ahogado cerca de él, ocasionó que su voz quedara atorada en su garganta. Se giró hacia donde creyó que provenía el sonido... cuando los vio.

Al principio consideró que su mirada se había posado sobre una pareja en condiciones poco decorosas a metros de él. A simple vista pudo contemplar a una mujer besando de manera pasional a un hombre que, probablemente, no fuera su esposo, una mujer no besaría a su pareja de esa manera en la vía pública. Porque, por todos los dioses, una dama no podía permitirse, de ninguna manera, esa actitud indecorosa donde alguien como Louis, podría verla.

No, Louis estaba seguro de que aquel hombre era su amante. Detuvo sus pasos y agudizó su cansada vista, pudiendo observar con claridad el preciso instante en que la mujer clavó sus finos colmillos en la piel del sujeto. Inmediatamente supo que no se trataba de su esposo, ni de su amante. Era la presa... ¿De un vampiro?

Había escuchado muchas veces acerca de esas historias, pero siempre las había considerado un mito, simples y escalofriantes leyendas. Hasta esta tarde.

El corazón de pronto le latió frenético, preso del miedo que lo invadió al comprender aquello. Debía correr, huir lejos de ese lugar, ponerse a salvo de aquel monstruo, pero la curiosidad nubló su razón. Corrió con torpeza, trastabillando con su propio pie sin detenerse hasta esconderse detrás de los arbustos que bordeaban el camino.

Con una mano temblorosa, hizo a un lado las hojas verdes, provocando que la nieve que las cubría cayera sobre sus suaves cabellos dorados. Al descubrir su vista, llevó la mirada hacia donde se encontraba la mujer, pero solo pudo ver el cuerpo del hombre tendido en la nieve, con una gran mancha roja adornando su alrededor.

Fire on Fire [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora