Volveré A Ti ||Apolo; Fanfic||

CAPÍTULO 25

(HOLA MALPARIDAS, ¿QUE PENSARON? ¿QUE SE LIBERARÍAN DE ESTA MALPARIDA TAN RÁPIDO? PUES NO, AQUÍ ME TIENEN. QUE SE VENGA LO BUENO, Y COMO DIJO DIOMEDES, ¡A CULIAR!)

Nuevo día.

Estaba tan profundamente dormida, cuando el fuerte ruido de la música me despertó.

Abrí mis ojos de golpe y me revolque en la cama, frustrada.

Cuando vi que mis quejas no haría que la música se apagara, levante la mirada. Era Melanie, tenía la laptop encendida, y en esa se reproducía la canción Loverboy - A-wall.

Melanie bailaba y cantaba a todo pulmón por toda la habitación, con el objetivo de despertarnos a mi y a Gabby, quien seguía profunda a mi lado.

Seguí a Melanie con mi mirada adormilada, queriendo acusarla con ella para que me dejara dormir en paz, pero no le importó.

Seguio brincando por toda la habitación mientras cantaba. Se acercó a mis estanterías y tomo uno de mis libros 'En los zapatos de Valeria'.

Hizo como si lo leyera rápidamente, como si estuviera en algún video musical y luego lanzó el libro al suelo. Me levanté de golpe.

—¡Oye, mi libro!

—¡KILL THE LIGHTS, SO BABY, CLOSE YOUR EYES! ¡THE WAY YOU'RE LOOKIN' AT ME! ¡YOU GOT ME MESMERIZED! —Canto aún más alto, ignorandome por completo. La observe con el ceño fruncido. Ella tomó aire, pero antes de que pudiera volver a gritar, una almohada se estampó contra fuerza en su cara, haciendo que ella perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

Fue Gabriela quien arrojó la almohada en una búsqueda desesperada porque dejara de cantar.

—¡AUCH! —Chillo Melanie quitándose la almohada de la cara—. ¡Idiota!

—¡Déjame dormir!

Gabriela volvió a hundir su cara en las sábanas mientras Melanie se masajeaba la nariz.

—Mierda, Gabriela, creo que me rompiste la nariz.

—Es solo una puta almohada, dramática.

—¡Pero se sintió como una roca, maldita sea!

Me frote los ojos mientras bostezaba. Melanie se levantó del suelo y presionó el botón de espacio en la laptop haciendo que la música se detuviera enseguida.

—¿A que se debe este alboroto? —Pregunte.

—Ha nada en especial, solo estoy feliz. Es decir, estoy con las chicas que quiero y más tarde veré al chico que me gusta.

—Ahg, hoy no saldré de casa, que te quede claro —Los quejidos de Gabriela resonaron mientras se giraba sobre la cama.

—¡¿Que?! Por supuesto que lo harás, Marco se sentirá muy solo.

—No me importa.

—Mentirosa, ¿crees que no me doy cuenta como te alegras al hablar con el?

—Marco es solo... un chico interesante, y sorprendentemente conoce bastante sobre la literatura, es solo eso. Puedo tener amigos, ¿vale?

—Claro que puedes, pero las tres sabemos perfectamente que ahí hay algo más.

Gabriela bufo y se sentó sobre la cama, cubriendo sus piernas con las sábanas.

—¿Y tu que? ¿Que hay de Apolo?

—Nada relevante, sigue siendo mi novio, por suerte —Respondí, sonriente