Volveré A Ti ||Apolo; Fanfic||

CAPITULO 9

Ya era lunes por la tarde, tenía mi mochila lista, mis padres tomarían su vuelo por la noche.

Estaba sentada en mi cama, mirando a la nada y pensando en todo. (Poético, mi gente)

Dios mío, saber que pasaré noches enteras con Apolo hacia que me dieran escalofríos.

Mi madre tocó la puerta de mi cuarto, yo me levanté de mi cama, tome mi mochila y abrí la puerta.

—¿Todo listo, cariño?— Pregunto mi madre.

—Si mami, ya tengo todo lo que voy a llevar.

—Muy bien, mi niña— Mi madre me miro tiernamente para después abrazarme— Te la vas a pasar muy bien, estoy segura.

Oh si, si que me la pasaré bien.

—Supongo...— Dije haciendo drama.

—Vamos, es hora de irnos— Acepte y salí del cuarto.

Mientras bajaba las escaleras muchas cosas pasaban dentro de mi, mientras mi cerebro consiente estaba algo preocupado, mis hormonas bailaban merengue. Malditas hormonas calenturientas.

Salimos de casa y de camino a casa de los Hidalgo mi mamá me dijo algunas cosas rápidas y básicas.

Mi madre tocó el timbre y nos abrieron enseguida. La hermosa pelirroja nos invitó a pasar.

Al entrar a la casa pude ver a Apolo bajando las escaleras, su figura alta y delgada hacia que mis piernas se sintieran débiles. Mis hormonas estaban saltando mientras gritaban su nombre.

Mi madre charlo un rato con Claudia y con Apolo, pero el solo se fijaba en mi.

—Muy bien, entonces iré a arreglar la habitación para invitados— Dijo Claudia carismática, le sonreí tiernamente.

—¿Para que? Si ella va a...— Apolo se detuvo de golpe al ver su error— Emm, si, si, el cuarto de invitados.

—Muy bien— Dijo mi madre con una sonrisa, para después tomar mi rostro en sus manos— Compórtate, cariño, no faltes a la escuela y siempre se muy responsable, te amo mucho.

—Yo más, mami.

Mi mamá se despidió amablemente y salió de la casa. Apolo me ofreció llevar mi mochila y yo acepté. Cuando Claudia y yo estuvimos solas ella habló.

—¿Dormirás con Apolo?— Pregunto con una sonrisa coqueta.

—Emm... si— Dije tímidamente.

Claudia me dio un pequeño golpe en el hombro— Muy bien, entonces puedes seguir a su habitación, linda.

Sonreí y subí las escaleras a toda velocidad. Al llegar al cuarto de Apolo toque la puerta y el me invito a pasar.

Apolo estaba sentado en su cama, el había dejado mi mochila sobre el escritorio.

Cerre la puerta y camine hacia el, poco a poco, empecé a subir mi cuerpo hasta terminar sentada sobre el.

—Por fin, la espera ha terminado.

—Oh no, Apolito, todavía no ha acabado.

—¿Segura?— Apolo puso sus manos en mis muslos para después levantarse y cambiar de posiciones. Ahora yo estaba acostada en la cama rodeando a Apolo con mis piernas.

Lo tomé del cuello y lo bese, sus cálidos labios me hacían sentir de maravilla. Al separarnos Apolo volvió a hablar.

—¿Me haras esperar más, cielo?— Asenti delicadamente— Que mala eres.