CAPITULO 1

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Sol...

Es lo primero que veo al despertar, después de escuchar mi alarma.

Me quedo acostada en mi cama, lo ultimo que quería hacer era levantarme.

Era obvio que iría al infierno, cometo uno de los pecados capitales, a diario: La pereza.

Me encontraba observando el techo de mi habitación, en completo silencio, mientras pensaba en la vida, en la escuela, comida, etc. Ya saben, esas cosas que piensas cuando acabaste de despertar, son cosas muy profundas las que piensas en esos momento. Nótese mi sarcasmo, porfavor.

Seguía observando el techo de mi cuarto, acostaba sobre mi cama de la forma más cómoda, hasta que escucho la puerta de mi habitación.

Mi mirada se mueve rápidamente para observar de quien se trataba.

Mi madre.

—¡Cariño! Levántate, ya es muy tarde— Dijo un poco apresurada, ya que llevaba unas cuantas cajas en sus brazos— Tienes que terminar de empacar tus cosas... Rápido, ¿Que esperas?

Dicho esto, siguió con su camino, desapareciendo de mi vista.

Bufé y murmure una que otra queja, antes de levantarme de mi cama.

Cuando me levante, tuve una vista completa de mi cuarto, Dios, era un desastre.

Mi cuarto estaba lleno de cajas por todos lados, estábamos a punto de mudarnos de nuevo y tenía que empacar todas mis cosas en cajas.

Esquivando algunas cajas, llegue a mi baño, solté mi cabello y lo peine, cepille mis dientes y lave mi rostro.

Salí del baño y volví a encontrarme con mi desastre de cuarto.

Volví a atar mi cabello en un coleta alta y desordenada, y empecé a organizar un poco.

Empaque todas las cosas que me faltaban, de verdad si que me faltaban demasiadas cosas por empacar.

Cuando termine de vaciar mi cuarto, empecé a bajar las cajas a la sala.

—Buenos días, Señorita T/n— Elena me saludo amablemente, arrastrando el desayuno, hacia mi.

Elena es la chica de servicio, es un amor de persona, es divertida, responsable, amigable y muy guapa, ella siempre nos ha ayudado.

—Ele, ya te he dicho que no me digas así, dime como a ti te gusta llamarme...— Dije tomando una tostada y vi como se formo una gran sonrisa en su rostro.

—Pensé que no te gustaba— Murmuró bajando la cabeza.

—Siendo sincera, cuando estaba más pequeña no me gustaba, me hacia sentir como una bebe inmadura, pero con el tiempo se me hizo muy tierno, entonces si, ahora si puedas llamarme así, no hay problema.

—De acuerdo, cachorrita— Dijo con una gran sonrisa, sabia que llamarme así, la hacia muy feliz.

Mientras desayunaba, hable con Elena sobre muchas cosas, sobre todo de la mudanza, ella estaba muy feliz, íbamos a volver al pueblo donde crecí.

En ese momento, no había tenido tiempo de pensar demasiado en el pueblo y el hecho de que llevaba mucho tiempo sin ir a el, pero hablando con Elena, recordé mucho.

Mi casa.

La escuela.

Mis amigos.

Los Hidalgo...

¡Los Hidalgo! Volvería a ver a los Hidalgo, los chicos con los que crecí, mis amigos.

Muchos recuerdos llegaron a mi, recuerdos que hicieron, que se formara una sonrisa en mi rostro.

Volveré A Ti  ||Apolo; Fanfic||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora