CAPÍTULO 27

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Pase la noche con Apolo.

No pensé en nadie, ni en mi madre, ni en mi padre, ni en Melanie, ni en Gabriela, en nadie.

Estuve en brazos de Apolo, sintiendo el calor de su pecho, la seguridad que el me trasmitía. Intente relajarme, pero fue imposible.

En unos pocos minutos Apolo pudo dormir como un bebé, pero yo no pude pegar el ojo ni un segundo. Me separé lentamente, e intente hacer el menor ruido para no despertarlo.

La noche estaba nublada, lluviosa, fría, nostálgica...

Apolo me prestó un pantalón de pijama que me quedaba enorme y una de sus camisas. A este paso Apolo iba a quedar con su armario vacío.

Camine descalza hasta la ventana y observe las gruesas gotas de agua que bajaban por el vidrio.

Me quedé ahí un buen rato, con la mente tan llena de cosas que al fin y al cabo no podía preocuparme por ninguna verdaderamente. La imagen de Payton era lo que más se repetía en mi mente, una y otra vez, como golpes en el estómago.

El recuerdo exacto de sus manos sobre mi rostro me causo repulsión, sus palabras me generaron rabia. Estaba hecha un desastre y no pude soportar las lágrimas. La copa ya se había rebasado hace mucho tiempo, las gotas seguían cayendo, pero yo nunca pude hacer nada

Me pasé las manos por la cara con fuerza, como intentando borrar la sensación de sus manos, como intentando borrar todo lo que estaba sintiendo.

Cuando solloce un poco más fuerte, Apolo me movió en la cama, me tape la boca y cerre los ojos, suplicando que no se despertara.

No quería que el me viera llorar otra vez, no quería que se despertara e intentara consolarme, no quería ver sus ojos llenos de preocupaciones y de dudas, no quería joderlo más, no quería arrastrar a nadie conmigo, estaba cansada de eso, estaba cansada de todo.

La palabras de Payton eran un CD viejo que se repetía una y otra vez, y eso me frustraba, eso me llenaba de desesperación, porque en el pasado, esas mismas palabras habían hecho caer.

Porque yo era consciente de que esas palabras tenían el poder más fuerte sobre mi. Mi mente era tan vulnerable cuando el la adoctrino con sus palabras, que ahora no era capaz de resistirme a ellas.

Porque la chica que soy hoy en día pudo seguir adelante, pero aquella chica de 14 sigue prendida a el, a su atención, a sus besos "tiernos" y a ese amor real que me prometió.

Me limpié las lágrimas con la camisa y respire fuerte. Me palpe con ligereza la pequeña cicatriz que me había dejado la última pelea que había tenido con Payton. Ese recuerdo... ese recuerdo que solo quería eliminar, ese recuerdo que ya no quería recordar. Quería dejar eso atrás para que el dolor fuera más llevadero, pero estaba segura de que algún día iba a tener que enfrentarme a todo esos recuerdos del maltrato.

Gire mi vista hacia a Apolo, quien seguía sumido en un sueño profundo. Decide dejarlo descansar.

Me acerque a su escritorio, en donde analice el tocadiscos donde solíamos escuchar música clásica mientras bailábamos, reíamos, cantábamos y... haciamos un par de cosas indecentes.

Junto a su tocadiscos tenía una pequeña máquina de escribir que me encantaba. Alrededor de esta, habían un montón de papeles arrugados.

Como entrometida que soy, tome uno de ellos y lo desdoble silenciosamente. Era un poema. Un poema para mi.

Tenía unos cuando errores que eran imposibles de corregir en la máquina, pero seguía siendo igual de hermoso. No pude evitar sonreír con los ojos un poco húmedos aun. Pero por más hermosos que fuera los detalles de Apolo, me sentía aun más culpable con ellos, porque el lo estaba dando todo de si mismo, el se estaba dejando consumir por mi y yo no estaba hacia nada por repararlo. Nada.

Volveré A Ti  ||Apolo; Fanfic||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora