IV

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Justo ahora, hola.

"Beso indirecto"

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Ir al zoo era divertido. Cuando ambas familias -Kamado y Kuwajima- se pusieron de acuerdo para la actividad, los niños estaban entusiasmados. Aunque claro, también había colados - llámese Inosuke-, tampoco es que Zenitsu y Tanjiro se quejarán, el niño salvaje era uno de sus mejores amigos, talvez el segundo.

Después de caminar y visitar los hábitats de muchos animales, decidieron tomar un merecido receso, sacaron los obentos y comieron los bocadillos traídos.
Mientras el anciano y los padres de Tanjiro charlaban acerca de el nuevo negocio que abrieron de pan. Los niños jóvenes; especialmente Inosuke y Zenitsu, se peleaban porque uno quería comerse la comida del otro.

—¡NOOO INOSUKE! ¡Estuve intentando convencer a jichan de que me comprará esos dulces! No te los puedes comer como si fueran cualquier cosa —. Zenitsu le gritó con molestia.

—¡Cállate Monitsu, no son la gran cosa! —dijo con indiferencia el niño jabalí mientras comía los dulces.

—¡¿Qué cosa dices que dijiste?!

Tanjiro y sus hermanos sólo observaron lo que sucedía con frecuencia, «se extrañaron mucho» pensó el burdeo. Desde que Zenitsu entró a la Academia Kimetsu, su tiempo de estar juntos y jugar, se redujo bastante.

—¡ESPERA, ESE ES MI JUGUITO! ¡tonto cerdo!

—El que se fue a la villa perdió su jugo —las risas del niño bonito no se hicieron esperar.

—¡Eso nisiquiera es así! —el niño de ojos dorados estaba apunto de saltarle encima para recuperar sus preciado jugo cuando la voz de su amigo pelirrojo se escuchó.

—Inosuke, no debes quitarle las cosas a las personas, ellas podrían llorar —la mamá gallina saltó a separar a sus pollitos.

—Yo no iba a llorar Tanjiro.

—Eso no afecta al rey de la montaña Gonpanchiro, el más fuerte es el que gana —le dijo Inosuke con orgullo, el era muy fuerte —. Además, si está en frente de mí, es obvio que es para mí.

—No funciona así Inosuke, pero esta bien —la mirada de Tanjiro cambió por una de lástima— no todos saben compartir, y tú podrías necesitar aun más comida que los demás para ser fuerte.

—Tanjiro —susurró Zenitsu.

—Toma Zenitsu, puedo compartir de mi jugo —El pelinegro sujetó con duda la bebida.

—Gracias...
Bebió un sorbo, era de mango.

—¡MONJIRO! ¡COMO TE ATREVES A DECIR QUE SOY DÉBIL! —el niño de ojos verdes se levantó de golpe—. ¡LUCHEMOS PARA SABER QUIÉN ES MÁS FUERTE! ¡TEN ESTE DULCE SINITSU! ¡Lo ves Kentaro, soy el mejor compartiendo!

—Ese es mi dulce, cerebro de jabalí.

—¡De nada!

—¡No te estoy agradeciendo!

Nezuko, Takeo, Hanako y Shigeru sólo rieron.

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31 momentos a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora